Distintas técnicas de preparación del terreno para repoblación

Preparación de banquetas con pico mecánico

Fuente: V. Gómez.

Preparación de banquetas con pico mecánico

 

 

 

Ahoyado con retroexcavadora tipo "araña"

Fuente: R. Serrada.

Ahoyado con retroexcavadora tipo "araña"    

 

 

 

Ladera preparada mediante fajas discontinuas al tresbolillo
Preparación lineal mediante subsolado con tractor de cadenas

La diversidad de técnicas existentes en la actualidad permiten el diseño de las repoblaciones protectoras eligiendo en cada caso el más adecuado al terreno en que se va a trabajar, en función de sus condiciones, equilibrando el objetivo hidrológico-forestal, con los parámetros ecológicos y económicos.

El mantenimiento de la vegetación espontánea de los estratos arbustivos, subarbustivos o herbáceos, o de los relictos de vegetación arbórea que puedan existir en los terrenos que se repueblan, es un condicionante a tener en cuenta en la planificación de los trabajos de reforestación, buscando desde el principio el equilibrio entre la vegetación que se ha introducido artificialmente en el estrato forestal vacío, y la existente en otros estratos.

Conviene resaltar que no son los árboles que se introducen los que van a conseguir en exclusiva la corrección del fenómeno torrencial, sino la estructura vertical y reticular del ecosistema que se configura. La forestación de cuencas torrenciales debe considerarse como una ayuda a la naturaleza, que invierte su proceso degradatorio y anticipa en varios estadios su evolución hacia un ecosistema de bosque, óptimo grado que puede alcanzar la vegetación para el control de estos fenómenos.

Trabajos de reforestación

En definitiva, la masa heterogénea e irregular, en la que conviven distintos estratos, y en una evolución progresiva hacia la clímax (lo que favorece el logro de la permanencia de la cubierta forestal), debe ser el objetivo mediato de los trabajos de reforestación en una cuenca torrencial.

Pero para alcanzar y mantener esa naturalidad y madurez de las masas creadas es imprescindible una acción selvícola importante sostenida a lo largo del tiempo. De hecho, entre los trabajos propios de la restauración hidrológico-forestal ocupan un lugar destacado los tratamientos selvícolas de las masas forestales protectoras existentes en la cuenca, tratamientos encaminados a mejorar su funcionalidad hidrológica, garantizando su estabilidad, calidad y biodiversidad. Del mismo modo se contemplan actuaciones como completar espesura en masas arboladas claras, tratamientos de ayuda a la regeneración natural, tratamientos fitosanitarios, actuaciones de prevención de incendios forestales, etc., todas ellas conducentes a la mejora y conservación de la cubierta vegetal de la cuenca en cuestión, en el marco de una gestión sostenible del monte.

Acción selvícola

Hagamos hincapié en la importancia de los tratamientos en las masas artificiales protectoras, de las que actualmente existen en España del orden de dos millones de hectáreas, no habiéndose realizado en muchas de ellas tratamiento alguno. La selvicultura de este tipo de masas conlleva características y dificultades especiales, derivadas de la necesidad de asegurar su función protectora; esta disciplina constituye uno de los temas prioritarios abordados por la investigación en los últimos años.

La implantación y mejora de cubiertas permanentes de tipo herbáceo, con aprovechamiento de pastos racional y ordenado, es otro tipo de actuación posible en la corrección de cuencas torrenciales. Estos pastizales pueden utilizarse para el control de los sedimentos que acceden a los cauces por fenómenos de erosión hídrica superficial, siempre que no se superen pendientes de 30-35 por 100. Pero su papel en el control de las escorrentías superficiales y de los caudales de avenidas es relativamente bajo.

Otro tipo de trabajos de restauración en las laderas, mezcla ya de obras de ingeniería, aunque elementales, es la corrección y sujeción de cárcavas y barrancos incipientes con pequeños muros de mampostería en seco o gaviones (balates, albarradas), o incluso mediante el uso de palizadas y fajinadas, apoyados con plantación y/o siembra en los aterramientos de su trasdós.

Restauración de un barranco en Las Hurdes (Cáceres)
Restauración de ladera en la cuenca del torrente de Arás (Huesca)

Hay que destacar, por último, el gran campo abierto de experimentación en lo que se refiere a técnicas de restauración de la cubierta vegetal, traducido en la ejecución de trabajos experimentales y proyectos demostrativos, sobre todo en zonas áridas y semiáridas. Algunos ejemplos: utilización de plantas xerófilas micorrizadas y adaptadas en vivero a condiciones extremas; ordenación funcional de las escorrentías en los impluvios (superficies de recogida de lluvias) para mejorar el aprovechamiento del agua, como por ejemplo las microcuencas de infiltración; siembras de herbáceas precoces con adición de sustratos orgánicos del tipo empajado para la protección a corto plazo de vertientes, cárcavas, taludes, con grave riesgo de erosión; manejo selvícola de las masas forestales, en relación tanto con la reducción del riesgo de incendios como con el control de la erosión; etc.

Parcelas experimentales para control de las escorrentías en Puebla de Valles (Guadalajara)
Tratamiento de una concha de erosión en el barranco de Diazas (Huesca)

En cualquier caso, hasta tanto en cuanto las actuaciones de restauración de la cubierta vegetal surtan efecto, y complementando además a éstas en muchos casos, es necesario actuar en los cauces, mediante obras de ingeniería hidráulica.