Con el fin de orientar la fase propositiva, en primer término, y facilitar posteriormente la integración de las propuestas en los campos prioritarios de la acción pública y privada, se han definido 7 ámbitos de trabajo estratégicos, en los que encuadrar las medidas de carácter sectorial que se incluyen en el Plan.
Los ámbitos estratégicos se han establecido según diversas perspectivas: en primer lugar, la temática principal que se aborda; el ámbito territorial de aplicación; y, finalmente, aspectos transversales relacionados con el adecuado desarrollo de la acción de educación ambiental.
Ø Cambio Climático (Mitigación y Adaptación) y Transición Energética
La acción para la mitigación de emisiones y la adaptación a los efectos ineludibles del cambio climático constituyen los ejes de las políticas ambientales del decenio y, por tanto, serán también ámbitos temáticos preferentes para la educación ambiental que debe acompañar su desarrollo.
Además hay que preparar a la sociedad para la imprescindible transición, desde un sistema energético de oferta creciente y basado en combustibles fósiles, a un nuevo modelo centrado en el ahorro, la eficiencia y la producción desde fuentes renovables.
Ø Economía, Estilos y Condiciones de Vida y Salud
La transformación del sistema de producción y consumo de energía va a influir de modo determinante en las características del modelo económico en nuestro país, en los hábitos y estilos de vida personales y en las condiciones sociales de acceso a los recursos y de satisfacción de las necesidades. Pero, a la vez, una mayor conciencia sobre esta situación, la extensión de comportamientos más sostenibles y la creación de contextos sociales facilitadores pueden contribuir decididamente a una transición más rápida y coherente hacia el modelo de sociedad que necesitamos.
Ø Conservación de la Biodiversidad Terrestre y Marina
Los impactos del cambio climático, unidos a otros relacionados con los cambios de uso, sobreexplotación, extensión de especies invasoras, etc., son parte del llamado Cambio Global que está ocasionando una acelerada pérdida de biodiversidad en todo el mundo y también en nuestro país.
Los esfuerzos de protección y de adaptación que será necesario desplegar en este ámbito son muy grandes, y requerirán además una revisión de los conceptos y parámetros sobre los que se ha asentado hasta hoy la tarea de conservación ejercida por las administraciones. La explicación social de las medidas a adoptar, unida al potencial educativo y comunicativo que siempre han tenido las diversas redes de Espacios Naturales Protegidos (ENP), justifican que este sea un ámbito temático preferente.
Ø Educación
La educación ha sido tradicionalmente el mecanismo de transmisión de conocimientos y valores que conforman la base de saberes y visiones compartidos por una cultura o una sociedad determinada. En un momento histórico en el que es obvio que necesitamos una transformación radical en la manera de entender el mundo y nuestra posición en él, en la forma de relacionarnos con la Naturaleza y de usar y repartir sus recursos… la manera de entender y ejercer la educación debe también experimentar una profunda revisión.
Las políticas de respuesta a la crisis climática y ambiental, así como las medidas de educación ambiental que las acompañen, son en todo caso muy diferentes en los ámbitos rural y urbano.
Ø Medio urbano
La EA dirigida a la población urbana deberá: incrementar la conciencia de dependencia de los sistemas naturales y el conocimiento adecuado sobre su funcionamiento; reforzar los sistemas que favorezcan el ahorro y uso responsable de los recursos, la reutilización de residuos y la economía circular; promover políticas que se orienten a reducir los impactos ambientales – en entornos próximos y lejanos- derivados del consumo masivo de energía y bienes; y apoyar proyectos que aprovechen al máximo las posibilidades de las ciudades para contribuir a satisfacer en parte algunas de sus necesidades energéticas, alimentarias o de agua. Y esto en un contexto de adaptación y preparación para los cambios derivados de la crisis climática.
Ø Medio rural
La EA de los próximos años debería contribuir a una reconexión territorial, al reconocimiento de la necesidad de mantener un medio rural vivo y sano, así como a mejorar la empleabilidad, con programas de orientación profesional o de apoyo específico a jóvenes que quieren vivir en los pueblos.
Ø Gobernanza
Bajo este epígrafe se incluirán aquellas propuestas orientadas a mejorar el impacto de la EA gracias al refuerzo de la coordinación y colaboración entre instituciones, entidades y agentes.
La tarea que hay que desplegar en pocos años es muy intensa y los recursos humanos y económicos son limitados, por lo que será indispensable trabajar de manera conjunta, estableciendo prioridades, compartiendo ideas y capacidades, y evitando duplicidades.
Ø Capacitación y Desarrollo Profesional en Educación Ambiental
La mejora de la cualificación de aquellas personas que realizan labores de EA, ya se trate de educadores profesionales (del sistema educativo formal o no), de mediadores ocasionales (voluntariado en ONG, por ejemplo), o de agentes multiplicadores o prescriptores de información ambiental (personal de las administraciones públicas, entre otros) es una necesidad imperiosa.
Además, no está bien resuelto el problema de cómo reconocer y mejorar el estatus profesional de aquellas personas que de facto han desarrollado –o aspiran a desarrollar- su vida laboral como educadores/as ambientales.