El Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad es un inventario de inventarios. Así, el conjunto de componentes, está formado por inventarios, catálogos, registros y listados que permiten conocer los elementos del patrimonio natural, su riqueza, su estado de conservación y el uso de sus recursos. En el Real Decreto 556/2011, de 20 de abril, para el desarrollo del Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, tal y como marca la Ley, se ha realizado un primer ejercicio de identificación de los componentes, incluyéndose aquellos que están regulados por una normativa de alcance nacional. Como resultado se cuenta en la actualidad con unos treinta componentes, la mayor parte de los mismos regulados por la propia Ley de Patrimonio 42/2007 o la Ley de Montes 43/2003.
Sin embargo no todos tienen la misma relevancia, algunos se han considerado de referencia para el resto de los componentes y son la base de las estadísticas e informes nacionales e internacionales elaborados por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. Son los denominados componentes prioritarios, que se señalan con un asterisco (*)
Los elementos que se incluyen en la mayor parte de estos componentes prioritarios se encuentran ya armonizados a nivel nacional, debido a que desde la Administración General del Estado se han liderado proyectos que establecen una metodología común en todo el territorio. En muchos casos estos elementos requieren, por parte de alguna comunidad autónoma, un mayor nivel de desarrollo o un aumento en la resolución espacial. Siempre que dicho complemento esté dentro de la estructura jerárquica del modelo de datos del Inventario, supondrá un incremento de su calidad.
El resto de los componentes son los llamados fundamentales. Han sido identificados atendiendo al marco normativo existente y para ellos se requiere un mayor esfuerzo a la hora de identificar las mejores prácticas desarrolladas por aquellos que han abordado su realización. Tras esta identificación, habrá que lograr un consenso en la aplicación de las metodologías en aras de esa armonización imprescindible.
El reto futuro está en establecer las iniciativas necesarias para organizar el intercambio de datos y aplicaciones para la captura, almacenamiento y explotación de la información. De esta manera se favorece la interoperabilidad de los datos existentes, dando prioridad a los aportados por las administraciones autonómica y estatal. Adicionalmente se considerarán los elaborados por instituciones de reconocido prestigio y, por qué no, los aportados por los propios ciudadanos en la medida que se consideren oportunos. Así se podrá aumentar de forma significativa el grado de conocimiento, a la vez que se crean las sinergias necesarias para avanzar y dar valor añadido a la inversión realizada.
En la actualidad existen muchísimas fuentes de información para los componentes del Inventario, las cuales se encuentra de manera dispersa, heterogénea o de difícil acceso. Su inclusión en el Inventario del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad pretende ser un sello de calidad que certifica su armonización y validación por parte de todas las administraciones, y al mismo tiempo su puesta a disposición de los usuarios siguiendo la normativa de acceso a la información en materia de medio ambiente.