Los jardines botánicos pueden contribuir a nuestra seguridad alimentaria

Big Picnic

Enero 2017

Big Picnic” es un proyecto internacional sobre participación de la sociedad en la innovación e investigación responsable sobre seguridad alimentaria en el que participan jardines botánicos de 13 países.

Los primeros jardines botánicos aparecieron en la Edad Media como un medio para conocer y propagar plantas útiles, principalmente alimenticias y medicinales. En el transcurso de la historia adquirieron funciones de estudio, conservación, divulgación y educación. El atractivo de las plantas “bellas” y “útiles” hace que el jardín botánico ilustrado, junto a su función científica cumpla una función social, cultural y de ocio.

Ya en el siglo XXI tiene lógica ver que los jardines botánicos revisan su función social y se plantean intervenir en los grandes dilemas actuales. Reivindican no ser tan solo bonitos testimonios del pasado o excelsos santuarios consagrados a la ciencia pura, sino espacios vivos donde airear y debatir los problemas actuales de la sociedad, tal como el de la seguridad alimentaria.

El proyecto Big Picnic está financiado por una convocatoria específica del programa Horizonte 2020 de Investigación e Innovación de la Unión Europea, cuyo objetivo es organizar exposiciones, y “cafés científicos” para implicar a los ciudadanos en la ciencia. En este caso, en un debate sobre las grandes cuestiones del Big Picnic (en alusión al escenario global de la alimentación) que implique a la sociedad en la innovación e investigación responsable (RRI, por sus siglas en inglés) sobre seguridad alimentaria.

La cuestión medioambiental y la seguridad alimentaria no son temas diferentes. No pueden pretenderse soluciones ni debates por separado. Por citar un ejemplo, entre los numerosos estudios científicos realizados en los últimos años, David Tilman y Michael Clark publicaron, en 2014 en la conocida revista científica Nature, un llamativo estudio en el que demostraban que si la dieta de la humanidad se ajustase a una dieta saludable, particularmente en lo que concierne al consumo de carne, junto a los consiguientes logros de salud se obtendrían reducciones significativas en las emisiones de gases de efecto invernadero y en la demanda de tierras para la agricultura.

El programa europeo H2020, dentro del concepto de investigación e innovación responsable en seguridad alimentaria, tiene como objetivos que los consumidores puedan tomar elecciones informadas, puedan acceder a dietas saludables y seguras y, por último, que la innovación en el procesamiento de alimentos de oportunidades para una agroindustria competitiva y sostenible.

En resumen, la implicación de los ciudadanos, de la sociedad pasa por la toma de conciencia acerca de cómo nos alimentamos y de las posibilidades de alimentarnos de otra manera más conveniente para nosotros y para el Planeta. La innovación y la investigación pueden asumir las necesidades expresadas por la sociedad y dirigir sus esfuerzos en este sentido.

A lo largo de la historia, la humanidad ha llegado a utilizar hasta 10.000 especies y existen unas 80.000 especies de plantas comestibles, la mayoría presentes en jardines botánicos. El proyecto Big Picnic busca conducir las emociones que sentimos contemplando las plantas de un jardín botánico hacia el debate del futuro de los alimentos en el que todos debemos tomar parte.

Información:  Big Picnic

Fuente:  Fundación Vida Sostenible (José Vicente de Lucio. Universidad de Alcalá)

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