Marzo 2013
Las lámparas de LEDs han pasado, en poco tiempo, a convertirse en una seria alternativa a las denominadas “lámparas de bajo consumo” (fluorescentes compactas). A pesar de su mayor precio, tienen ventajas, entre las que destacan:
Pero… ¿Qué tipo de lámparas resultan globalmente preferibles desde una perspectiva ambiental?
Un estudio encargado por el Departamento de Energía de Estados Unidos ha tratado de dar respuesta a esta cuestión comparando el impacto ambiental de tres tipos de lámparas -las tradicionales incandescentes, las fluorescentes compactas y las LEDs- examinando el consumo de energía y recursos naturales necesario para fabricar, transportar, utilizar y desechar cada tipo de bombilla.
Para calcular la huella ambiental de cada modelo se tomaron en consideración 15 impactos diferentes, incluyendo la contribución potencial al calentamiento global, los residuos generados y la contaminación del aire, el suelo y el agua.
El análisis reveló que tanto las lámparas LED como las fluorescentes compactas son preferibles a las incandescentes, debido a que la cantidad de energía que consumen cuando están encendidas es mucho menor. Pero, dado que el consumo de energía de fluorescentes compactas y LEDs es bastante similar, las diferencias entre éstas (en lo referente a su impacto ambiental) tiene que ver, fundamentalmente, con la energía y los recursos que se utilizan para fabricarlas.
De acuerdo con el estudio realizado las LEDs resultaron ligeramente más ventajosas que las fluorescentes compactas en casi todos los aspectos analizados. El único apartado en que las fluorescentes resultaron ganadoras es en el referente a los residuos generados en la fabricación. Esto se debe a que las LEDs incluyen un disipador de calor fabricado en aluminio que se sitúa en el fondo de la lámpara. Este disipador absorbe el calor generado por la bombilla para luego disiparlo, previniendo así su sobrecalentamiento. El problema es que el proceso de extracción, purificación y procesado del aluminio utilizado en los disipadores requiere un elevado gasto de energía y da lugar a residuos peligrosos, como el ácido sulfúrico.
Perspectivas de futuro
El estudio analizó también la previsible evolución de las lámparas en un futuro próximo. Y aquí es donde las diferencias han resultado ser más significativas, ya que se estima que en un plazo breve las LEDs mejorarán su eficiencia, reduciendo la cantidad de calor que generan y, en consecuencia, el tamaño de los disipadores de calor que requieren.
El equipo de investigación que elaboró el estudio estima que en el plazo de cinco años las Lámparas LED reducirán su impacto ambiental a la mitad, superando entonces de forma nítida a las fluorescentes compactas, en las que no se esperan mejoras tan destacadas.
Información: Informe original del Pacific Northwest National Laboratory: Heather E. Dillon and Michael J. Scholand (2012), "Life-Cycle Assessment of Energy and Environmental Impacts of LED Lighting Products, Part 2: LED Manufacturing and Performance"
Fuente: Blog Hogares Verdes