Febrero 2017
Las micropartículas de plástico que se desprenden de productos industriales como ropa sintética y neumáticos representan hasta el 30% de las «sopas» de residuos que contaminan los océanos del planeta.
Los océanos se deterioran rápidamente y los recursos marinos están cada vez más amenazados por actividades humanas como la sobrepesca y la contaminación causada por la basura que se arroja al mar, y una cifra concreta de ello es que cada minuto se vierte al mar el equivalente a un camión de basura lleno de plásticos, según Naciones Unidas.
Representantes de los Estados miembros de la ONU y de la sociedad civil se reunieron este mes para planificar la próxima Conferencia Mundial sobre los Océanos, que tendrá lugar en Nueva York (Estados Unidos) del 5 al 9 de junio de este año. Esta reunión preparatoria permitió delinear los puntos de un documento con vistas a la Conferencia, además de intentar que los países se comprometan a emprender acciones destinadas a recuperar los ecosistemas marinos.
«Cuando los líderes de gobiernos, organizaciones internacionales, la sociedad civil, el sector privado y la comunidad científica y académica se reúnan en Nueva York seremos testigos de un momento de cambio. Presenciaremos un punto en la historia en el que la humanidad inició el proceso de revertir el deterioro causado a los océanos por las actividades humanas», señaló Peter Thompson, presidente de la Asamblea General de la ONU.
La Conferencia Mundial sobre los Océanos busca involucrar a todos los países en actividades de conservación de los recursos marinos y cumplir así con lo que estipula el objetivo 14 de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, dedicado a los océanos.
Consecuencias nocivas para la salud humana
Sin dejar de lado la contaminación marina, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha anunciado que las micropartículas de plástico que se desprenden de productos industriales como ropa sintética y neumáticos representan hasta el 30% de las «sopas» de basura que contaminan los océanos del planeta.
En un nuevo estudio titulado Primary microplastics in the oceans se afirma que en muchos países desarrollados las micropartículas de plástico son fuentes de contaminación marina incluso mayores que los propios desechos plásticos en sí. Se calcula que de los 9,5 millones de toneladas de plástico que se arrojan cada año a los océanos, entre el 15 y el 31% son microplásticos, de los que dos terceras partes provienen del lavado de textiles sintéticos y del proceso de abrasión de los neumáticos durante su utilización.
«Lavar ropa o conducir contribuyen al estrangulamiento de nuestros océanos» Los microelementos contaminantes entran en el océano bajo la forma de diminutas partículas -mientras que los plásticos más grandes se degradan en el agua- y pueden provenir de múltiples fuentes, como textiles sintéticos, el revestimiento de las paredes de los barcos, productos de cuidado personal e incluso el polvo de las ciudades. «Nuestras actividades diarias, como lavar ropa o conducir, contribuyen significativamente a la contaminación y al estrangulamiento de nuestros océanos, con potenciales efectos desastrosos para la diversidad marina», ha manifestado el director de la UICN, Inger Andersen.
Esta problemática afecta incluso a los países más ricos, donde los sistemas de reciclaje y tratamiento de desechos son modernos y diseñados con fines ecológicos, pues allí las micropartículas de plástico -más difíciles de manejar que los plásticos- son la mayor causa de contaminación del mar. Una solución sería que la ropa sintética se diseñara para perder menos fibra, mientras que por el lado del consumidor se podría reforzar la importancia de optar por ropa de fibra natural.
La contaminación con los micropláticos no se queda en los océanos, ya que esos se incorporan a la cadena de alimentos, con consecuencias que pueden ser muy nocivas para la salud humana. Asimismo, perjudican ecosistemas ya muy frágiles, como el del Ártico.
Fuente: ABC y otras