Mejorar la calidad de vida fomentando otras formas de entender la movilidad

Junio 2013

¿Cuál es nuestra visión de la movilidad urbana? ¿Cuál es la definición de calidad y sostenibilidad al respecto? ¿Cómo definen y llevan a cabo las ciudades sus estrategias de movilidad a largo plazo para cumplir los objetivos climáticos y mantener el atractivo? ¿Cómo puede la movilidad inteligente impulsar el crecimiento económico europeo? Estos son los retos abordados por el área de trabajo “Mobility Mindsets” del programa europeo URBACT de intercambio y aprendizaje para promover el desarrollo urbano sostenible. El artículo “Motivating Mobility Mindsets” (traducción aproximada: “Fomentando nuevas formas de entender la movilidad”), escrito por Anette Enermark y Sally Kneeshaw, expertas principales del proyecto URBACT EVUE, presenta los primeros resultados de su trabajo.

El informe, enfocado principalmente desde el punto de vista de la gobernanza y las políticas urbanas, sugiere algunas líneas de trabajo para favorecer la adquisición de hábitos de movilidad más sostenibles. Entender y trabajar en cómo la gente percibe y se enfrenta a la movilidad es uno de los campos de acción más potentes, en cuanto a que un cambio de comportamiento provoca transformaciones más profundas que cambiar una tecnología. Un ejemplo clásico y sencillo de esto es el siguiente: ¿Qué sería más beneficioso para el medio ambiente, que cada persona tuviera un coche eléctrico (cambio tecnológico) de uso personal para ir a todas partes, o que hubiera un solo coche de gasolina compartido (cambio de comportamiento) por cada X personas usado en ocasiones singulares? ¿Cómo tenemos que combinar ambas opciones?

¿Cómo se podrían valorar e impulsar este tipo de cuestiones desde la administración pública? Los puntos básicos  que se reflejan en el artículo “Motivating Mobility Mindsets” son

Fomentar nuevas formas de entender la movilidad: ¿Qué significa eso?

Los autores del artículo explican que la idea es concentrarse menos en las soluciones técnicas que permiten que la gente sea capaz de elegir soluciones de movilidad más ecológicas, como la bicicleta y el transporte público, y centrarse más en un eje complementario: la percepción de la movilidad, que tiene que ser incorporada –individual y colectivamente– en la mentalidad de todas las personas que tengan  un papel en la evolución de la movilidad: alcaldes y otros funcionarios, empresas de todo tipo, urbanistas, planificadores de transporte, ambientólogos, responsables de seguridad, profesionales de la salud y, por supuesto, los usuarios finales, cuyo impulso ciudadano tiene el potencial de cambiar radicalmente la movilidad cotidiana.

Las piezas del rompecabezas de la movilidad

Según Enermark y Kneeswhaw “crear otras formas de entender la movilidad requiere una visión a largo plazo así como el compromiso y la continuidad de políticos, técnicos y todos los colectivos implicados. Para sostener esa visión tenemos que facilitar una mejor comprensión de lo que significa la movilidad, y aprovechar mejor los medios y las herramientas que nos puedan ayudar a llegar a las personas a ese nivel”.

El objetivo de esta área de trabajo no ha sido completar todo el rompecabezas, sino poner de relieve algunas de las muchas piezas o acciones que lo componen:

  • Explotar las soluciones de probada eficacia y maximizar la transferencia de experiencia y conocimiento 
  • Conectar las percepciones de la movilidad y la calidad. 
  • Enfocarse en la comunicación.
  • Crear las condiciones para que se den situaciones win-win, en las que todas las partes implicadas salgan beneficiadas.

Formas de hacer la movilidad más sostenible

Las medidas que se pueden tomar mediante políticas para promover la movilidad ecológica deben trabajar conjuntamente para ser eficientes, pudiendo incluir tanto medidas “duras” como “blandas”. Los patrones de movilidad pueden estar influidos por medidas que animen a los ciudadanos a cambiar en distintos sentidos:

  • Evitando viajes innecesarios: Por ejemplo, proporcionando un buen acceso a Internet o promoviendo el teletrabajo, estableciendo tarificación vial y peajes, o disminuyendo los requerimientos de movilidad a través de una adecuada planificación urbana.
  • Desplazándose con medios más ecológicos: A través de campañas y promoción del transporte público, la bicicleta y compartir el coche. Pero también asegurando una alta calidad de esos modos de transporte “verdes”. Por ejemplo, en algunas ciudades como París, Londres, Budapest o Burdeos eso podría pasar por poner en valor la circulación por ríos y lagos como parte eficiente y gratificante de la movilidad urbana. 
  • Adoptando medios de transporte más limpios: Impulsando la adopción de motores híbridos, eléctricos, impulsados por biocombustibles y otras alternativas más ecológicas en los automóviles y en el transporte y redes de distribución de la ciudad. 
  • Desplazándose menos, o en horarios menos congestionados: Mediante la promoción de incentivos para el teletrabajo y el trabajo en casa, o el uso de tarifas diferenciadas de aparcamiento, transporte público y peajes.

Ciudades compartiendo un desafío común

Parte del desafío de esta línea de trabajo de URBACT es la de definir una plataforma común, o un mismo lenguaje y enfoque para que su contenido y su lema sean es relevantes y útiles para todas las ciudades europeas.

Para las ciudades, enfocarse en entender y educar la mentalidad de sus ciudadanos respecto de la movilidad puede ser una clave para lograr un mejor sistema de comunicaciones, mejores soluciones de transporte y colaboraciones que resuelvan múltiples necesidades urbanas.

Información“Motivating Mobility Mindsets”. URBACT Workstream 5

Fuente: Ecosistema urbano. URBACT

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