Un sello certifica los aparatos sin obsolescencia programada

sello ISOPP

Abril 2016

El espíritu de resistencia de los consumidores hacia la obsolescencia programada, la estrategia comercial de reducir deliberadamente la vida de un producto para incrementar su consumo, está creciendo. Y a esa tendencia opositora se suman ahora las propias empresas. Frente a los muchos fabricantes que diseñan productos o servicios de tal modo que, tras un periodo de tiempo calculado de antemano, se vuelven obsoletos o inservibles consiguiendo el incremento de las ventas y la aceleración del consumo, hay otros tantos dispuestos a abandonar esas prácticas. Un ejemplo muy conocido en Euskadi es el de Koopera, un proyecto dedicado a la reutilización de aparatos eléctricos y electrodomésticos.

Esta organización y el resto de las que rechazan la elaboración de productos diseñados para morir rápidamente, podrán ser distinguidas con un sello que certifique ese buen hacer.  Se trata del sello ISOPP, innovación sostenible sin obsolescencia programada, al que puede aspirar de forma gratuita cualquier organización que cumpla un decálogo de buenas prácticas. Entre ellas, que los productos sean reparables por un coste menor al de comprar uno nuevo o que su garantía sea superior a los dos años obligatorios por ley. 

La iniciativa, puesta en marcha la Fundación Feniss, nace con el objetivo difundir qué es la obsolescencia programada y cómo afecta al conjunto de la sociedad en su vida cotidiana y en el entorno. El impulsor de esta corporación es Benito Muros, un ingeniero conocido por su bombilla diseñada para durar 90 años. Salió malparado con su invento porque la industria se rebeló contra él, pero lejos de rendirse emprendió su particular batalla contra la obsolescencia programada, que ha cristalizado en la Fundación Feniss. Además del incentivo del sello certificador, la fundación dará apoyo a emprendedores y empresarios fabricantes de productos de larga duración, sin fecha de caducidad programada. "Ya tenemos más de 100 proyectos que aspiran a recibir nuestras ayudas. Son de diversa naturaleza, desde aquellos enfocados al ahorro energético hasta máquinas de uso sanitario destinadas a reducir la psoriasis". Las elegidas mediante concurso recibirán una aportación económica que servirá para contribuir al desarrollo y lanzamiento del proyecto galardonado.

De forma paralela la fundación tiene contacto con los partidos políticos con el propósito de que incluyan medidas contra la obsolescencia programada en sus programas electorales. Hace un año, países como Francia aprobaron, dentro de la llamada Ley de Transición Energética, multas de hasta 300.000 euros y penas de cárcel de hasta dos años para los fabricantes que programen el fin de la vida útil de sus productos. La norma está pendiente de ser ratificada. En Alemania, el partido de Los Verdes presentó un estudio y propuso algunas soluciones, mientras en Francia y Bélgica se adoptaban resoluciones al respecto en el parlamento.

Muros quiere que se implanten en España medidas similares "Debemos crecer de forma sostenible y no con el descontrol que se está haciendo, e incluso transitar hacia un modelo económico no basado en el crecimiento como el implantado actualmente. Pero para ello es necesario un proceso de transición mínimo de 20 años. Mientras tanto podemos ir reduciendo estas prácticas de usar y tirar".

Una aplicación para el móvil y centros de reparaciones

La obsolescencia programada afecta al planeta debido al agotamiento de las materias primas, al fabricar con una corta fecha de caducidad. Esto contribuye a aumentar las emisiones de CO2 que se emiten a la atmósfera.

Por ello, una de las acciones de la fundación será la creación y extensión por todo el territorio nacional de centros de reparaciones de productos denominados “Espacio sostenible, no tires, aprende y repara”. Ya se ha creado el primero, situado en el céntrico barrio del Raval de Barcelona, donde está ubicada también la sede la fundación. También pretende desarrollar una aplicación móvil mediante la cual el consumidor pueda escanear el código de barras de los productos y conocer la huella de carbono completa, lugar de fabricación, vida útil, coste de reparación aproximado en caso de avería, etc.

Información:  Sello ISOPP

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