III Jornadas de Educación Ambiental

Grupo de Trabajo: Ambientalización de la universidad

Pamplona, 10-12 de diciembre de 1998

 

PRESENTACIÓN

(Mª Angels Ull. Universidad de Valencia)

Al igual que está ocurriendo en el resto de la sociedad, también la Universidad española se ha planteado en los últimos años los temas ambientales y lo está haciendo desde distintas vertientes. Siendo una institución orientada a la formación, investigación y generación de conciencia crítica tiene un papel destacado en la difusión de la educación ambiental y el fomento de valores y conocimientos ambientales en la esfera tanto de lo personal como de lo social y lo profesional.

Y ello debido a los diferentes papeles que la Universidad debe cumplir como:

  • Formadora de futuros profesionales
  • Centros de Investigación
  • Consumidora de bienes y servicios
  • Propietaria de edificios, terrenos y jardines
  • Divulgadora de conocimientos a la sociedad en su conjunto
  • Formadora de opinión mediante su ejemplo

Siguiendo la estructura del documento base para la elaboración del Libro Blanco de la Educación Ambiental en España, en el capítulo referente a Enseñanzas Universitarias, traslado algunos de los puntos allí planteados para la discusión en este grupo de trabajo:

"La educación ambiental en la enseñanza universitaria hay que situarla en el marco determinado por la Constitución Española, que en sus artículos 10 y 12 reconoce la autonomía universitaria, y por la Ley Orgánica 11/1983 de 25 de agosto de Reforma Universitaria, que regula la organización de los planes de estudio que oferta cada universidad en la línea de ofrecer una mayor flexibilidad al alumnado a la hora de orientar su formación. Este marco permite el tratamiento de la educación ambiental a distintos niveles, favorece la profesionalización del sector  educativo-ambiental y amplia las salidas laborales derivadas del medio ambiente".

Sin embargo, dentro de la enseñanza universitaria, hasta hace muy poco la educación ambiental no tenía un carácter interdisciplinar, y sólo se recogía en aquellas titulaciones de relevancia ambiental o relacionadas con el mundo educativo. La incorporación de la dimensión ambiental en los estudios universitarios dependía del interés particular de algunos docentes más que de un consenso generalizado para afrontar la problemática ambiental desde un planteamiento global.

Esta situación empieza a cambiar, distintos equipos rectorales han incluido en sus programas de gobierno de las universidades los temas ambientales y aparece la formación ambiental en disciplinas que hasta hace poco no la contemplaban como pueden ser las ingenierías, el derecho o la economía.

Pero aún nos encontramos con carencias en la formación del profesorado universitario, con la excepción, quizás, del profesorado de aquellos estudios más relacionados con el ámbito educativo. Estas carencias inciden directamente en el tratamiento de la educación ambiental e imposibilitan el desarrollo e implantación de propuestas de trabajo equilibradas en el tratamiento adecuado tanto de aspectos conceptuales como actitudinales.

El esfuerzo por la formación de equipos interdisciplinares que aborden la problemática ambiental es escaso, pese a las posibilidades potenciales que ofrece la estructura universitaria. Siendo la educación ambiental un campo de acción complejo y multidimensional, las universidades deberían generar estructuras docentes e investigadoras que favorezcan la interconexión entre las distintas perspectivas disciplinares.

En los últimos años se han producido avances en materia de investigación, pero no hay una consolidación de las redes e instrumentos para la difusión de los resultados y los presupuestos existentes no permiten incrementar los esfuerzos y el personal necesarios.

Dentro de la formación no reglada, la universidad ofrece diferentes master, cursos de postgrado y programas formativos de educación ambiental que en muchos casos han proporcionado a los licenciados una interesante vía de inserción profesional a través de los programas de prácticas que suelen acompañar a estos cursos. Si bien la ausencia de criterios comunes de control, evaluación y regulación de estas modalidades formativas ha generado una proliferación de iniciativas que no responden en igual medida a unos mínimos de calidad. Los nuevos planes de estudio, con la posibilidad de la libre elección han abierto un nuevo marco para el desarrollo de las disciplinas relacionadas con la Educación Ambiental, ya que los estudiantes pueden ejercer esta libre elección, completando su formación ambiental.

Recomendación 1. Potenciar la educación ambiental en los estudios de la Universidad.

  • Incluir aspectos básicos de educación ambiental dentro del contexto específico de cada carrera, profundizando en aquellos estudios más relacionados con el medio ambiente.
  • Propiciar la presencia de la educación ambiental en aquellos estudios explícitamente encaminados a la formación de educadores.
  • Ampliar y coordinar la oferta de estudio de post-grado orientados a la gestión, educación y formación ambientales.

Recomendación 2. Incidir en la formación del profesorado universitario

  • Mejorar la formación pedagógica del profesorado universitario incorporando en los programas de formación inicial y permanente, aspectos relativos a la educación ambiental.

Recomendación 3. Impulsar la cooperación, coordinación e investigación.

  • Fomentar las actividades de coordinación y cooperación entre los distintos departamentos universitarios, la coordinación entre universidades y entre éstas y los demás niveles educativos, con la finalidad de realizar acciones conjuntas y coherentes a favor de la educación ambiental.
  • Apoyar y fomentar la investigación en educación ambiental como uno de los medios para alcanzar un desarrollo humano ambientalmente sostenible a todos los niveles, especialmente en el desarrollo curricular, desde planteamientos interdisciplinares, en la evaluación de materiales y mediante programas piloto.
  • Fomentar la participación de los alumnos en las acciones de cooperación e intercambio internacional, estatal, autonómico y/o local, con instituciones públicas y privadas que realizan actividades de Educación ambiental.

Recomendación 4. Favorecer la ambientalización de la Universidad

  • Aprovechar las posibilidades que ofrece la dinámica universitaria (asociaciones de alumnos, conferencias, eventos,…) para potenciar la sensibilización y participación a favor del medio ambiente de toda la comunidad universitaria.
  • Adoptar planteamientos y realizar actuaciones destinadas a conseguir una gestión ambiental de los campus universitarios, incluyendo el establecimiento de ecoauditorias.

Se presentan dos casos a estudio:

CONCLUSIONES DEL GRUPO DE TRABAJO 

  • Recomendación a todas las Universidades de ambientalización de las infraestructuras y de la implantación de los adecuados sistemas de gestión ambiental, implicando a todos los responsables de la estructura de gestión universitaria y fomentando la participación de la comunidad universitaria.
  • Recomendación de la necesidad de ambientalizar los curricula incidiendo en los contenidos de las asignaturas de primer y segundo ciclo.
  • Petición al Ministerio de Medio Ambiente de constitución de un grupo de trabajo de las universidades españolas para la sostenibilidad como vía de ejemplo para la sociedad; instauración de Agenda XXI en las universidades.
  • Las universidades (Autónoma de Madrid, Universidad de Valencia, Autónoma de Barcelona, Politécnica de Cataluña, Politécnica de Valencia ) proponen al Ministerio la edición de una publicación de sus experiencias en materia de gestión ambiental para que pueda ser utilizado por el resto de las universidades.

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