Pamplona, 10 - 12 de diciembre de 1998
CASO 7. DISTINTAS PROPUESTAS PARA TRABAJAR EL TEMA DE LAS BASURAS EN LA ETAPA DE EDUCACIÓN INFANTIL
(Núria Altimira, Maria Gràcia Grapí, Montserrat Plensa, Patricia Toledano y Rosa Maria Tarín. Facultad Ciencias de la Educación de Barcelona)
1. DATOS GENERALES
2. RESUMEN DE LA EXPERIENCIA
Las propuestas que presentamos, han sido diseñadas, experimentadas y evaluadas, en el marco del PRACTICUM del último año de la Diplomatura de Magisterio de Educación Infantil de la Facultat de Ciències de l’Educació de la Universitat Autònoma Barcelona (UAB).
La Facultat de Ciències de l’Educació fue escogida Centro Piloto Experimental del "Programa Residuo Mínimo" que, durante el curso 1996-97, la UAB puso en marcha con la intención de gestionar y minimizar la producción de residuos de todo tipo que generan las actividades desarrolladas por sus 40.000 personas. El equipo rector encargó a la ONG denominada CEPA (Colectivo de Ecología y Proyectos Alternativos) el diseño básico y la puesta en marcha del programa que tiene como ejes fundamentales la educación ambiental y la participación individual y colectiva.
Se sabe que los problemas ambientales están cuestionando el desarrollo de la vida del Planeta y que será necesario aprender nuevas maneras de consumir los materiales y la energía. Este cambio de actuación requiere cambios en la sociedad y cambios en las personas.
Creemos, por un lado, que en el marco de una asignatura como el Practicum, es posible realizar un trabajo que, integrando los contenidos del programa previstos, permita establecer relaciones con los objetivos de la acción puesta en marcha por la UAB, trabajando sobre temáticas de interés social actual como son la Educación Ambiental y la Educación del consumidor.
El planeta Tierra tiene una gran variedad, riqueza y diversidad vital, pero sus recursos son limitados. Por esta razón la naturaleza prevé estrategias que permiten ahorrar y reutilizar los recursos que ofrece el medio. Por tanto, es necesario que individual y colectivamente, seamos conscientes, pensemos, valoremos y actuemos, para ahorrar y gestionar los recursos, de forma sostenible. La escuela, y también la escuela infantil, debe educar en estos aspectos y capacitar para la acción. Las formas de actuar son la punta del iceberg de las maneras de percibir, de valorar, de saber y de pensar.
Por otro lado, pensamos que la Educación Ambiental y la Educación del Consumidor forman parte también de la vida cotidiana de los niños y de las niñas, de su desarrollo global, de las relaciones que comparten con los demás seres vivos que les rodean y con la comunidad. La gran curiosidad y atracción que los niños y las niñas demuestran hacia los elementos de su alrededor y la metodología y maneras de trabajar que utiliza una gran mayoría del profesorado de estas edades, como es el trabajo globalizado, en equipo, procesos de aprendizaje cognitivos y afectivos integrados, etc., convierten la Educación Infantil en un marco privilegiado para trabajar la Educación del Consumidor y la Educación Ambiental.
Por estas razones, nos interesó el reto de diseñar y experimentar propuestas didácticas para trabajar concretamente el tema de las Basuras en la Etapa de Educación Infantil, tanto en Jardín de Infancia como en el Parvulario.
Hemos trabajado partiendo del desarrollo curricular del Área de Descubrimiento del Entorno Natural y Social, pero estableciendo interacciones con las demás áreas para garantizar la significatividad de los aprendizajes.
Algunos aspectos comunes en estas unidades de programación son:
Las actividades de regulación-evaluación, las diseñamos al mismo tiempo que las de enseñanza-aprendizaje teniendo en cuenta los elementos más importantes de la regulación: la comunicación clara y compartida de los objetivos; el aprendizaje, por parte de las niñas y de los niños, de los mecanismos de anticipación y planificación de las acciones; la apropiación por parte de los niños y de las niñas de los criterios de evaluación. Todas forman parte del mismo proceso: Enseñanza-aprendizaje-regulación
Los criterios utilizados para valorar las propuestas fueron: el tema escogido es relevante en relación al medio del alumnado, permite observar cambios en las actitudes y en los comportamientos y permite establecer relaciones con las familias.
También analizamos los niveles diferentes que podíamos reconocer en la problemática ambiental y por tanto los diferentes niveles de actuación que podían tener nuestras propuestas educativas. Ello provocó una serie de reflexiones que iban produciendo la autorregulación respecto a nuestro propio aprendizaje.
Nuestra experiencia de diseño-práctica-regulación hace que valoremos positivamente la propuesta, nos sugiere reflexiones para su generalización y nos permite afirmar que la Educación Infantil es un crisol privilegiado para trabajar la Educación del Consumidor y la Educación Ambiental.
Bibliografía