Pamplona, 10-12 de diciembre de 1998
PRESENTACIÓN
(Elena González -
Centro de Investigación y Documentación - CIDE. MEC
Vicente Fernández- Instituto San Isidro - Madrid)
El Grupo de Trabajo "Educación Ambiental y
Práctica de la Transversalidad" tiene como principal objetivo analizar y
reflexionar sobre la situación actual de la Educación Ambiental en los centros
como materia transversal en la diferentes etapas educativas, así como sobre las
ventajas e inconvenientes del modelo, los posibles problemas detectados y, en
su caso, las soluciones propuestas. Dicho análisis se realizará en tres fases
correlativas:
1.
Planteamiento actual de la Educación Ambiental en el
sistema educativo (educación formal). Se realiza por los Coordinadores del Grupo de
Trabajo.
2.Presentación de tres casos prácticos,dos de Primaria y uno de Secundaria, por parte
de profesores de los centros siguientes:
Estos centros han sido seleccionados por las características que presenta la integración de la Educación Ambiental en la práctica educativa, junto con su carácter interdisciplinar, su presencia en el proyecto educativo de Centro y en el proyecto curricular de etapa, su relación con otras materias transversales, etc.
Por otra parte, se ha considerado la posibilidad de que puedan servir como modelo orientativo para otros centros que aún no han abordado, o están teniendo dificultades para la integración de la Educación Ambiental.
3.
Reflexiónen varios subgrupos de trabajo y puesta en
común posterior de los aspectos que se han presentado en las dos fases
anteriores, con el propósito de elaborar las conclusiones pertinentes del Grupo
de Trabajo.
Con todo ello se pretende crear un espacio para la participación, reflexión e intercambio de experiencias, con la finalidad de estimular y potenciar el esfuerzo de muchos profesionales por conseguir la integración de la Educación Ambiental en el sistema educativo.
DEBATE Y CONCLUSIONES DEL GRUPO DE TRABAJO
El planteamiento teórico de la educación
ambiental como materia transversal recogido en la LOGSE no ha conseguido
hacerse práctica cotidiana en los centros educativos, especialmente en el nivel
de secundaria, ya que en los centros de primaria con un menor número de alumnos
y profesores, menor diversificación curricular, mayor contacto con las
familias, etc,; se hace más accesible la intervención en el aula, sobre todo en
los primeros cursos.
Ello se debe, entre otras causas, a las carencias que se han puesto de manifiesto en los siguientes aspectos: apoyos institucionales, recursos, formación inicial y permanente del profesorado, flexibilidad en la organización estructural y pedagógica de los centros, modelos y materiales para trabajar la transversalidad, así como la multiplicidad de nuevas demandas que suponen los nuevos planteamientos educativos.
Se han puesto de manifiesto diferentes maneras de abordar la educación ambiental en los centros educativos. La más conservadora contempla la educación ambiental desde las propias disciplinas. La estrategia más innovadora y, por tanto, la más utópica, por las circunstancias que se viven en los centros educativos, implica situar las líneas transversales como elementos aglutinadores alrededor de los cuáles se construye todo el currículo y se desarrollan los contenidos de todas las disciplinas. Entre ambos planteamientos existen centros que apuestan por planteamientos que no abandonan el tratamiento disciplinar pero intercalan momentos en el que se realizan unidades didácticas, núcleos de investigación o centros de interés, donde los contenidos transversales dirigen la secuencia de enseñanza-aprendizaje.
Así mismo, y vinculado a lo anterior, se manifiesta una voluntad de pensar en la educación ambiental como un planteamiento y compromiso del centro por parte de todos los profesores en general, pero, a la par, se evidencian dificultades y diferencias en el grado de implicación derivados de la diferente relación conceptual de los contenidos de las áreas con el medio ambiente.
Además, si bien es cierto que son muchos los centros que trabajan cuestiones sobre medio ambiente, parece necesario unificar criterios y establecer acuerdos comunes sobre los que se entiende por educación ambiental y la práctica de la transversalidad, ya que la distancia entre la formulación teórica y su heterogénea concreción práctica es notable. Pese a ello, debemos ser respetuosos con las iniciativas renovadoras que se desarrollan en cada centro con el propósito de encontrar el camino y el modo de desarrollar el espacio transversal propio a partir de sus experiencias y problemáticas.
Se ha puesto de manifiesto también la dificultad de vertebrar a todas las materias transversales en un conjunto coherente para evitar la parcelación de la transversalidad. Por ello, se debería plantear la posibilidad de integrar todos los aspectos transversales en una opción global que podría ser la educación en valores, respondiendo así a la necesidad de buscar los puntos de confluencia entre los diferentes ejes transversales de cara a conseguir una orientación válida para el conjunto del currículum y recoger todas las problemáticas desde una perspectiva globalizadora.