El aprendizaje-servicio es una propuesta educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado, en el cual los participantes se forman al implicarse en necesidades reales del entorno con la finalidad de mejorarlo.
La publicación 100 Buenas prácticas de aprendizaje-servicio -ApS- recoge experiencias desarrolladas por 300 centros educativos y 430 entidades sociales (asociaciones cívicas, culturales, juveniles, fundaciones, ONG’s, ayuntamientos e instituciones públicas), vinculadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Estas experiencias, organizadas en 4 franjas de edad (de 3 a 6 años, de 6 a 12 años, de 12 a 16 años, y mayores de 18 años), pretenden guiar y animar a emprender un proyecto de ApS en otros muchos centros de Educación Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato, Formación Profesional y Universidad, o a mejorar su práctica a aquellos que ya tienen experiencia. Además, el aprendizaje-servicio es una buena herramienta para orientar la educación y la formación hacia los compromisos asumidos por la comunidad internacional en la Agenda 2030, vinculando el contenido de los proyectos de ApS a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En definitiva, el aprendizaje-servicio es útil en tanto que mejora el éxito educativo y la cohesión social.
La elaboración de este inventario es un ejemplo de colaboración entre la Red Española de Aprendizaje-Servicio y la Unidad de Emprendimiento Social, Ética y Valores en la Ingeniería (UESEVI), que forma parte de los servicios generales de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSIME-UPM).
Recurso adicional: “Inventario de 60 buenas prácticas de Aprendizaje y Servicio”, Zerbikas Fundazioa, 2013, coordinado por Roser Batlle.
Versión digital consultada en Enero de 2020
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