Durante el mes de junio, si damos un paseo por las zonas pedregosas a más de 1800 metros de altura de la Sierra de Guadarrama, encontraremos ya en flor a la consuelda (Saxífraga pentadactylis subsp. willkommiana). Esta pequeña planta de flores blancas de no más de 20 centímetros de altura, vive en fisuras y pedregales cercanos a las cumbres.
El nombre científico viene del latín saxum ("piedra") y frangere ("romper, quebrar"). Esta planta se llama así por su capacidad, según los antiguos, de romper las piedras con sus fuertes raíces. Sus hojas recuerdan a una mano y por eso su nombre específico es pentadactylis. Es una especie endémica ibérica, es decir, que solo crece en las montañas de nuestro país y en Portugal.
En mayo, ya es posible escuchar el canto y el reclamo de la bella y esquiva curruca carrasqueña (Sylvia cantillans), en los sotobosques de encinares y robledales de la Sierra de Guadarrama. Es raro verla posada en lugares descubiertos, lo normal es oírla entre la espesura de jarales, retamares y setos espinosos.
Es un ave migradora que recorre un largo camino desde el sur del Desierto del Sahara hasta nuestras latitudes, donde llega para reproducirse.
Construye el nido a baja altura entre las ramas de los arbustos. Pone de 3 a 5 huevos que incuban los dos progenitores. Al cabo de 12 días los pollos ya son volanderos. Se alimenta de insectos y sus larvas, aunque también come frutos y semillas en verano.
En el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas está clasificada como “De interés especial”.
El cerezo silvestre (Prunus avium) es un árbol de hoja caduca que puede medir hasta 20 metros de altura. Su tronco tiene la corteza grisácea, lisa que se resquebraja y oscurece con la edad. Las hojas son lanceoladas, con el borde aserrado, y las flores blancas, de dos a tres centímetros de diámetro y con cinco pétalos.
En la Sierra de Guadarrama florece desde finales de marzo a principios de abril. Sus frutos son las cerezas, que tienen propiedades ligeramente laxantes pero a la vez son muy digestivas. Con ellas se pueden preparar mermeladas y licores.
En Guadarrama aparece de forma dispersa en bosques de pinos silvestres y barrancos de suelo fresco y profundo. De esta especie de cerezo silvestre derivan la mayoría de los árboles que se han plantado para producir cerezas comercialmente. Su madera es dura, de grano fino y muy apreciada en ebanistería. Con ella se fabrican muebles e instrumentos musicales.
De los peciolos de las cerezas se extraen sustancias utilizadas como astringentes, antitusivas y diuréticas en medicina popular.
Como todos los años, a principio del mes de junio, florece en los roquedos y pedregales de la Sierra de Guadarrama una de las plantas más escasas y bellas, el erizo de la sierra (Armeria caespitosa).
Vive por encima de los 1.800 metros de altura, en zonas expuestas al viento y al sol. Es una planta de pequeño tamaño que crece exclusivamente en la Península Ibérica, sobre todo en las montañas del Sistema Central.
Tiene un aspecto redondeado o almohadillado para soportar mejor las condiciones climáticas de los lugares que habita, que suelen estar muy expuestos al viento. Sus hojas son duras y coriáceas para evitar pérdidas de agua. Terminan en punta y pinchan, de ahí viene su nombre vulgar de “erizo de la sierra”. Las flores son de color rosa y tienen un tallo largo que sobresale por encima del resto de la planta formando un ramillete.
Su nombre científico parece ser que viene del francés antiguo “armerie”, que significa clavel por el parecido de sus flores con las de esta planta.
Durante el mes de mayo es posible observar en los claros de los melojares y en los prados húmedos de la Sierra Guadarrama, una de las flores más bellas de las que encontramos en estos parajes, el aciano mayor o de montaña (Centaurea triumfetti).
Es una planta herbácea de hasta 30 cm de altura. Tiene un rizoma corto. El tallo es simple y erecto, con hojas muy pelosas, de aspecto blanquecino ceniciento. Las hojas inferiores tienen el margen algo dentado y las superiores son de margen entero. Las flores son azuladas o púrpuras y se colocan solitarias al final del tallo. Las exteriores tienen forma de trompeta y son estériles y las interiores son tubulares, fértiles y de color azul. El fruto es un aquenio de 3-4 mm.
Es una planta que vive exclusivamente en la Península Ibérica y en el norte de África. El nombre genérico de centaurea proviene del griego Kentauros en alusión a hombres-caballo que conocían las propiedades medicinales de las plantas. Es uno de los géneros más diversificados y más complejos de la familia de las compuestas con más de 900 especies. La mayor parte se distribuye por la región mediterránea y el sudoeste asiático.
Posee propiedades terapéuticas para el tratamiento de enfermedades de los ojos, aunque también se puede utilizar para descongestionar los bronquios, como expectorante y para bajar la fiebre.
En los bosques Sierra de Guadarrama, a principios de abril, ya podemos ver en flor a los endrinos (Prunus spinosa). Es de los primeros arbustos que florece, antes incluso de que le broten las hojas. Las flores son blancas, con cinco pétalos y numerosos estambres y tienen un diámetro que oscila entre 1-1,5 centímetros. Con su néctar se alimentan los primeros insectos que van apareciendo por estas latitudes.
Sus ramas forman una maraña intrincada con multitud de espinas, de ahí viene su nombre científico (spinosa). Entre ellas encuentran protección y refugio multitud de pequeños animales.
Los frutos (las endrinas o arañones) maduran al final del verano.
Es un arbusto excelente para formar setos, soporta muy bien la poda y rebrota con facilidad de raíz. Vive sobre cualquier tipo de suelo. En España habita sobre todo en claros de robledales y encinares del centro y el norte peninsular. En algunas zonas con su madera se fabrican excelentes bastones.
Sus flores, tomadas en infusión, tienen propiedades laxantes y en cambio las endrinas son astringentes, debido a la gran cantidad de taninos que tienen. Estas se utilizan para fabricar jaleas y mermeladas, pero sobre todo se utilizan para preparar el pacharán.
El secreto para elaborar un buen pacharán está en recoger las endrinas después de las primeras heladas, ya que la planta para defenderse del hielo y del frío, produce unas “sustancias anticongelantes”, que son principalmente azucares que hacen que los frutos sean más dulces, y de este modo dan un sabor más agradable al licor.
Como cada año, a principios de junio, las cumbres de la Sierra de Guadarrama se tiñen de amarillo y se impregnan de un intenso olor a vainilla, porque el piorno serrano (Cytisus oromediterraneus) está en flor.
Este arbusto crece por encima de los 1.800 metros y llega hasta los 2.200 aproximadamente. Tiene una forma redondeada para soportar mejor los fuertes vientos y las nevadas que se producen con frecuencia en las zonas donde vive. Suele estar acompañado por el enebro rastrero (Junipreus communis subsp. hemisphaerica).
Las ramas del piorno son verdes y flexibles, gracias a ellas puede permanecer enterrado por la nieve sin sufrir daños durante buena parte del invierno. Las flores tienen la corola amariposada y el fruto es una legumbre. Como habita en zonas de elevada pendiente, cumple una importante función ecológica frenando la erosión del suelo con sus raíces. Además da cobijo y alimento a numerosas aves e insectos.
En medicina popular se ha utilizado como purgante, diurético y cardiotónico, aunque su uso es desaconsejable por ser bastante tóxico.
A medida que la nieve se va retirando, por el aumento de la temperatura en las zonas altas de la Sierra de Guadarrama, es posible observar a uno de los animales más desconocidos que habitan en el parque nacional, el topillo nival (Chionomys nivalis).
Este pequeño roedor es el de mayor tamaño de todos los que podemos encontrar en nuestro país. Vive en acumulaciones de piedras (pedrizas y canchales) situados en lugares desarbolados, siempre a más de mil metros de altura. Usa las rocas como lugares de descanso y las grietas como refugio. La mayor parte de las entradas a sus cuevas se sitúan justo en los bordes de los bloques de piedra. Sale en busca de alimento, sobre todo, durante la noche, aunque a veces también se le puede ver de dia. Es un claro ejemplo de especie relicta enclavada en las zonas montañosas de la Península y asilada tras las épocas glaciares. La Sierra de Guadarrama sirvió de refugio a muchas especies que, como el topillo nival, tienen sus óptimos ecológicos en ambientes más norteños.
Se alimenta sobre todo de plantas, comiendo tallos, semillas y flores. Come siemprevivas, saxifragas, senecios y algunas gramíneas. Puede complementar su dieta alimentándose también de pequeños invertebrados. La actividad sexual comienza justo después del deshielo, produciéndose los primeros partos en mayo o junio. Es un animal poco prolífico, con períodos reproductivos cortos. El tamaño de la camada varía entre dos y cuatro ejemplares. Alcanzan el tamaño adulto al año de edad y la madurez sexual en la primavera siguiente a la de su nacimiento. En la Comunidad de Madrid es una especie catalogada de interés especial.
Si paseamos durante el mes de abril por los melojares o rebollares de la Sierra de Guadarrama veremos en flor a la celidonia menor (Ranunculus ficaria). Esta planta herbácea, de pequeño porte, se reconoce muy bien porque tiene unas flores amarillas brillantes compuestas por numerosos pétalos y hojas acorazonadas. Florece en lugares frescos como bordes de arroyos, praderas, bosques de robles melojos (Quercus pyrenaica) y hayedos (Fagus sylvatica).
El nombre científico de ranunculus proviene del latín y significa ranita, porque muchas de las plantas pertenecientes al género ranunculus crecen cerca del agua o en el agua, como las ranas. También se la conoce con el nombre de hierba de las almorranas por la presencia de unos engrosamientos en sus raíces que recuerdan a las hemorroides. Parece ser que es efectiva contra estas, pero no se aconseja su uso continuado porque es una planta un poco tóxica.
La garduña (Martes foina) es un animal carnívoro generalista, capaz de adaptarse a cualquier ambiente. En la Sierra de Guadarrama es frecuente en terrenos rocosos y zonas de matorral próximas a ríos. Tolera bien la presencia humana, por lo que no es extraño encontrarla cerca de lugares habitados, como pueblos, casas abandonadas, corrales, etc.
Es de hábitos nocturnos, aunque en verano se la puede observar de día. Tiene una alimentación variada y generalista que va desde los frutos silvestres hasta los pequeños mamíferos, pasando por anfibios, reptiles e insectos. Es menos abundante en bosques.
La garduña es muy territorial, defiende su zona de campeo con ahínco, contra individuos del mismo sexo. Es una especie solitaria y sedentaria. Macho y hembra solo se juntan en la época de celo, que se produce entre los meses de julio y agosto. El macho es capaz de recorrer grandes distancias en busca de la hembra, esta deja señales de su presencia a través de los excrementos y las glándulas anales. Tienen, normalmente, de tres a cinco crías que nacerán en marzo o en abril del año siguiente. Alcanzan la madurez sexual a los dos años.
Los adultos de cicindela campestre (Cicindela campestris) pueden ser vistos ya en los caminos, linderos y claros del bosque de la Sierra de Guadarrama, siempre sobre suelos arenosos donde toman el sol. Si son molestados emprenden una carrera rápida o un vuelo muy corto, tras el que vuelven de nuevo al camino o lindero. Su ciclo de vida va de abril a septiembre.
Estos escarabajos miden entre 10,5 y 14,5 mm. Tanto los adultos como las larvas son depredadores temibles de otros invertebrados. Las larvas cavan pozos por lo general en las sendas con el fin de crear una trampa de caída. En Gran Bretaña, donde son muy abundantes, se les conoce con el nombre común de escarabajos tigre por su ferocidad.
Desde finales de marzo y principios del mes de abril, comienzan a observarse los primeros lagartos verdinegros (Lacerta schreberi) tomando el sol en los días cálidos del inicio de primavera. La mayoría de los que vemos son machos con su cabeza de color azul intenso, rasgo que nos indica que están en celo, y su cuerpo verde salpicado de manchitas negras. Las hembras salen del letargo invernal algunas semanas más tarde. Su dorso puede ser verde o pardo con grandes manchas negras. Miden unos 13 centímetros de largo. Viven en bosques húmedos de robles, hayas o pinos, también en praderas, especialmente asociado a orillas de ríos y arroyos.
El lagarto verdinegro es una especie endémica de la Península Ibérica que se distribuye por toda la cordillera cantábrica, Galicia, tercio norte de Portugal, Sistema Central, y algunas sierras interiores como los Montes de Toledo y Sierra Morena. Se alimenta de invertebrados que viven en la hojarasca o entre la vegetación y de insectos ligados a ecosistemas de agua dulce. Durante el periodo reproductivo, las hembras pueden poner de 4 a 24 huevos.
Su principal amenaza es la destrucción de sus hábitats, sobre todo de los sotos fluviales y de la vegetación de los márgenes de ríos y arroyos. Sirve de alimento a animales tan dispares como la culebra lisa europea, los cernícalos, ratoneros, martas, ginetas y nutrias.
En 2014 tuvimos una primavera especialmente fría, lo que provocó que la floración de la mayoría de las plantas de la Sierra de Guadarrama fueran con retraso.
El caso más extremo es el del roble melojo (Quercus pyrenaica) que es el árbol que más tarda en echar las hojas y las flores de los que crecen por aquí. Ese año, hasta el mes de junio, no las pudimos ver desarrolladas del todo.
El roble melojo vive en las zonas de transición entre el clima atlántico y mediterráneo. A nivel mundial únicamente lo encontramos en el suroeste (vertiente atlántica) de Francia, Península Ibérica y norte de Marruecos.
Posee una potente raíz principal de la que salen numerosas raíces laterales que crecen muy próximas al suelo y con una gran capacidad de rebrotar, por lo que es frecuente ver muchos “robles hijos” alrededor de un roble más viejo. Debido a este entramado radicular superficial, es un gran fijador de suelos.
Sus bellotas sirven de alimento a multitud de animales como jabalíes, palomas torcaces o arrendajos. Su madera se ha aprovechado sobre todo, para leña y carbón.
El rebollo, aún cuando es una especie caduca, mantiene las hojas secas durante el invierno, sobre todo en los árboles jóvenes. Es lo que se llama un árbol marcescente.
Durante el mes de mayo se pueden observar los adultos de la que está considerada la mariposa más bella de España, la mariposa isabelina. Este insecto, de hábitos nocturnos, aparece cobijado por las mañanas en algunas construcciones de la Sierra de Guadarrama donde se ha refugiado para sobrevivir a un aguacero o una granizada nocturna.
El descubridor de este bello lepidóptero fue, en el año 1848, el eminente científico Mariano de la Paz Graells (1808-1898), botànico, médico y zoólogo. La nueva especie bautizada como Saturnia isabelae, fue un espléndido regalo para la reina Isabel II de España. Posteriormente la especie fue rebautizada como Graellsia isabelae, esta vez en recuerdo del ilustre naturalista que por primera vez la describió. Actualmente recibe el nombre de Actias isabelae
Está considerada como un endemismo de la España peninsular. Viven preferentemente en zonas montañosas hasta los 1700 metros de altura. La oruga se alimenta de hojas de pino (sobre todo de pino silvestre, negro y laricio).
Es una especie considerada vulnerable en cuanto a su estatus de conservación. El principal enemigo para su conservación es la destrucción de su hábitat a causa de los incendios y las deforestaciones, también puede verse afectada por las fumigaciones que se realizan para eliminar la procesionaria del pino.
En abril, el sonoro “cu-cu” del macho del cuco ya se puede escuchar en los bosques de Valsaín, recién llegado de su viaje migratorio desde África.
El aspecto más curioso de su vida es su comportamiento reproductivo. La hembra pone los huevos en el nido de otras aves para que éstas saquen adelante a sus pollos. Esta estrategia se denomina parasitismo reproductor. Pueden parasitar a numerosas aves como, colirrojos, lavanderas, collalbas, bisbitas, petirrojos y chochines. En un descuido de los padres la hembra deposita su huevo en el nido del ave parasitada y roba uno de la nidada original. Este eclosiona antes que sus “hermanastros” y arroja fuera del nido los otros huevos siendo el pollo del cuco el único al que saca adelante la hembra parasitada.
A finales de marzo ya han florecido los narcisos, podemos verlos en las praderas, en los claros del bosque y algunos, como el bello narciso de roca, en los roquedos.
Los narcisos son plantas bulbosas típicas de la cuenca mediterránea, sobre todo en España y Portugal. Su nombre deriva de la palabra griega ναρκὰο, narkào (= narcótico) y se refiere al olor penetrante y embriagador de las flores de algunas especies.
Cuenta la mitología griega que Narciso era un joven muy hermoso que rechazaba a todas las jóvenes que se enamoraban de él. Un día negó su amor cruelmente a la ninfa Eco y la diosa Némesis, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó cayéndose al agua y se ahogó. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.