Jornada Temática II : Evaluación de las incidencias ambientales de los proyectos financiados con Fondos Estructurales. El Fondo de Cohesión.

JOSÉ ALVAREZ DIAZ

Coordinador de Programas

Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental

Ministerio de Medio Ambiente

Antes de iniciar mi intervención sobre la evaluación ambiental estratégica de los planes de desarrollo regional para el nuevo periodo de programación de financiación comunitaria: 2000-2006, quisiera hacer una primera valoración de la jornada temática de formación que hoy estamos desarrollando en el ámbito de actividades de la red de autoridades ambientales. Considero que se está cumpliendo el objetivo que pretendíamos cuando propusimos realizar esta jornada para tratar un tema monográfico tan importante, dentro de nuestros cometidos, como es la evaluación de las incidencias ambientales de las acciones financiadas con fondos comunitarios.

Y lo digo tanto desde el punto de vista de las autoridades de planificación y programación y de los gestores de fondos y programas, a nivel central y autonómico, que hoy nos acompañan, como de las autoridades ambientales. En las diferentes conversaciones que unos y otros hemos tenido sobre esta materia hemos detectado la necesidad de mantener este tipo de encuentros que, con toda seguridad, habrá que continuar en diferentes ámbitos. En los ámbitos internos de los propios ministerios, de las propias consejerías de hacienda y de medio ambiente, de cada una de las administraciones sectoriales, y entre unos y otros. Estoy convencido que la red de autoridades ambientales, como órgano de cooperación, puede ser muy útil para este tipo de debates y para corregir errores anteriores.

Sin duda, este probado espíritu de colaboración nos permitirá dar el rumbo adecuado para dirigirnos hacia la nueva programación 2000-2006 con el objetivo prioritario de que las acciones financiables con fondos comunitarios contribuyan al desarrollo sostenible. En este sentido, a lo largo de esta intensa jornada se han dicho cosas muy interesantes, con propuestas como la necesidad de armonizar criterios y de establecer procedimientos comunes para lograr el aprovechamiento máximo de los proyectos financiados con fondos comunitarios, siendo escrupulosamente respetuosos con la política y normativa en materia de medio ambiente.

Entrando ya en la materia que me ocupa, y pretendiendo ser muy breve, me gustaría exponer, en primer lugar, las razones de porqué desde la red hemos elaborado el documento metodológico sobre evaluación previa de medio ambiente con vistas a los nuevos planes de desarrollo para el 2000-2006. Me detendré un poco en los antecedentes para decir que ya en los Reglamentos de los Fondos estructurales de 1993 se establece en diferentes artículos y para los diferentes planes, para los planes de desarrollo regional, para los planes de de reconversión regional y para los planes de desarrollo rural, la obligación de los Estados miembros de incluir una evaluación ambiental de dichos planes para el periodo 1994-1999.

En concreto, los planes debían incluir: un análisis de la situación medioambiental regional; una evaluación de las repercusiones ambientales de las estrategias y actividades de los planes, desde el punto de vista del desarrollo sostenible de acuerdo con la legislación comunitaria; y las disposiciones adoptadas para asociar a las autoridades ambientales designadas por los Estados miembros en la preparación y aplicación de las actividades establecidas en los planes y para garantizar el cumplimiento de la normativa comunitaria en materia de medio ambiente. Posteriormente, en los marcos comunitarios de apoyo 1994-1999 se insiste en la necesidad de asociar a las autoridades ambientales. Y en 1995, la Comunicación de la Comisión Europea sobre política de cohesión y medio ambiente recomienda mejorar la evaluación y seguimiento del impacto ambiental de las intervenciones de los Fondos estructurales y, además, asignar una función clara a las autoridades ambientales.

A pesar de estas obligaciones y recomendaciones, siguió progresando el actual periodo de programación y, por lo que hemos podido comprobrar, en la práctica totalidad de los Estados miembros no se incorporó adecuadamente la evaluación previa medioambiental en los correspondientes planes de desarrollo ni se llevó a cabo la asociación de las autoridades ambientales en el proceso de planificación y programación. En el caso de nuestro país, ahora que está finalizando el actual periodo de programación, si hacemos una valoración del grado de cumplimiento de las obligaciones reglamentarias sobre evaluación previa medioambiental podemos decir que se ha hecho de forma desigual.

Quizá por la falta de una metodología común, cada Comunidad Autónoma incorporó a su plan de desarrollo la información del diagnóstico de situación medioambiental regional de una forma muy dispar. En algunos casos con bastante detalle, en otros de forma muy general y, desde luego, lo que sí hemos comprobado, es que no se recoge adecuadamente la información sobre la evaluación de las repercusiones ambientales de las estrategias de desarrollo de los planes.

demás, hasta el año pasado, no se materializa la asociación de las autoridades ambientales al proceso de programación, dentro del marco de los Fondos estructurales, mediante la constitución de la red de autoridades ambientales. Pero nunca es tarde y el momento es oportuno, habiendo aprendido de los errores, para afrontar la nueva programación 2000-2006 con otro enfoque. Esto, por fortuna, lo estamos detectando a pesar de la poca vida que tiene la red gracias al excelente clima de cooperación que reina entre todas las partes implicadas. En junio de 1997, a propuesta de la Comisión Europea, los Ministerios de Economía y Hacienda y de Medio Ambiente organizan una reunión informativa con las autoridades de programación y gestión y con las autoridades ambientales para insistir en la necesidad de asociar a las autoridades ambientales mediante la constitución de una red.

En diciembre de 1997, en la reunión del comité de seguimiento del marco comunitario de apoyo de objetivo 1, presidida por el Ministerio de Economía y Hacienda, se constituye formalmente la red de autoridades ambientales. Así empieza su andadura, y su primera reunión plenaria tiene lugar en febrero de 1998. En la primera reunión, adelántandose a la funciones que se le encomiendan, se presenta una guía práctica sobre indicadores para el seguimiento y evaluación ambiental de los Fondos estructurales, con objeto de contribuir a una mayor integración de la variable ambiental en la política estructural. Por otro lado, la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea solicita a los miembros de la red que hagan una valoración, desde el punto de vista ambiental, de los informes de evaluación intermedia de los programas operativos.

La conclusión es unánime. Al no considerar adecuadamente los aspectos ambientales en la elaboración de los programas operativos resulta imposible realizar esta valoración. Por último, decidimos constituir un grupo de trabajo permanente para elaborar una documento sobre metodología básica común para realizar el diagnóstico de la situación actual de medio ambiente regional, todo ello con vistas a los nuevos planes de desarrollo para el 2000-2006. Quisiera aprovechar esta jornada que hoy estamos celebrando en León, para felicitar una vez más al representante de la Conejería de Medio Ambiente, designado miembro de la red por la Junta de Castilla y León, por su importante contribución en la elaboración de este documento metodológico.

Actualmente, siguiendo esta metodología, y en cumplimiento de lo que establece el artículo 40, evaluación previa, de la propuesta del nuevo Reglamento general de los Fondos estructurales, algunas Consejerías de Medio Ambiente ya han entregado a las Consejerías de Economía y Hacienda su informe de situación del medio ambiente. Otras, nos consta que lo tienen muy avanzado. Y, desde luego, es necesario insistir que las regiones de objetivo 1, que todavía no hayan finalizado el informe, lo ultimen cuanto antes para poder cumplir los plazos de presentación de los planes de desarrollo regional ante la Comisión Europea.

Por otra parte, en el grupo de trabajo permanente de la red, tomando como referencia el manual sobre evaluación ambiental de planes de desarrollo regional y programas de los Fondos estructurales de la Unión Europea, elaborado recientemente por la DG XI ( Medio Ambiente) en colaboración con la DG XVI (Política regional y de cohesión) y la DG VI (Agricultura), hemos elaborado un documento por el que se establece una metodología básica común para la evaluación ambiental estratégica de los planes de desarrollo regional:2000-2006. Hubo que elaborar este documento en muy poco tiempo. En la tercera reunión plenaria de la red, celebrada el pasado mes de octubre bajo la presidencia de la ministra de Medio Ambiente, se acordó que el grupo de trabajo permanente elaborase una propuesta para someterlo a la aprobación en el siguiente pleno de la red.

Por tanto, mañana, aquí en León, discutiremos el documento y, si se aprueba, servirá para que cada autoridad ambiental lo utilice como metodología común para evaluar las repercusiones ambientales de las estrategias sectoriales del borrador del plan de desarrollo regional de su Comunidad Autónoma. El documento, en coherencia con el manual que la Comisión Europea ha hecho llegar a los Estados miembros, pretende ser una guía práctica que permita realizar los informes de evaluación ambiental de los PDR, en cumplimiento con lo establecido en el artículo 40 del nuevo Reglamento general sobre Fondos estructurales.

La estructura del documento consta de cinco fases: evaluación previa de la situación ambiental; definición de objetivos y prioridades del sector de medio ambiente; contribución, mediante esos datos, a la elaboración del borrador del PDR; la evaluación ambiental estratégica o evaluación ambiental del borrador del PDR; y establecimiento de las bases para el seguimiento y evaluación durante el futuro periodo de programación La fase de evaluación ambiental del conjunto del borrador del PDR consta de cinco etapas. La primera de ellas es la identificación y selección de objetivos y medidas. La segunda etapa es la definición de principios ambientales de integración. La tercera es la integración ambiental de los objetivos. La cuarta, la evaluación ambiental de las medidas. La quinta, por último, es el análisis de los resultados.

El documento pretende ser muy práctico y útil para que cada autoridad ambiental realice adecuadamente la evaluación ambiental de su PDR en coordinación con las autoridades de planificación de su Comunidad Autónoma. Al final del documento se incorpora un ejemplo práctico sobre actuaciones reales contempladas en el PDR 1994-1999, y donde se analizan los impactos ambientales positivos, neutros o negativos de dichas actuaciones.

El ejemplo incluye un modelo de informe sobre las recomendación para la integración ambiental en las actuaciones. Este documento metodológico, además de permitir a todas las autoridades competentes realizar de forma homogenea la evaluación ambiental de los PDR, nos debe servir como base para seguir profundizando en la evaluación ambiental que tendremos que realizar en las siguientes fases de la programación, es decir en los marcos comunitarios de apoyo y, sobre todo, en los programas operativos en donde, posiblemente, sea mucho más fácil evaluar las medidas que ahí se incorporan por ser más detalladas.

Estamos convencidos que una buena evaluación previa medioambiental, tanto de los PDR como de los marcos comunitarios de apoyo y de los programas operativos, contribuirá a que los futuros proyectos que se presenten a financiación comunitaria, tanto a través de los programas operativos, u otras formas de intervención de los Fondos estructurales, como del Fondo de Cohesión, garantizarán la positiva contribución de las medidas a los objetivos de la política de medio ambiente y al desarrollo sostenible. Para alcanzar estos objetivos, es necesario reforzar la cooperación de las autoridades ambientales con los responsables de la programación y de la gestión de fondos y programas en todo el proceso de valoración y selección de los proyectos, principalmente en aquellos que puedan tener un impacto ambiental o que puedan afectar al desarrollo sostenible.

A pesar de la corta existencia de la red, todos sus miembros, tanto las autoridades de programación y de gestión como las de medio ambiente, estamos convencidos de que la asociación de las autoridades ambientales al proceso de programación de los Fondos estructurales está permitiendo, no sólo cumplir con los requisitos reglamentarios, sino sentar las bases para afrontar adecuadamente la nueva programación 2000-2006, mediante su cooperación desde el principio del principio en la elaboración de los planes de desarrollo.

Está participación efectiva de las autoridades ambientales, colaborando en la aportación de información medioambiental, en la elaboración de indicadores adecuados para medir el impacto ambiental de los programas, en el establecimiento de criterios ambientales de evaluación de proyectos, o mediante la participación activa en los comités de seguimiento, puede ser muy beneficiosa tanto para los gestores de los Fondos como para la consecución de un medio ambiente saludable para los ciudadanos de hoy y de un desarrollo sostenible para las generaciones futuras, mediante la integración del medio ambiente en todas las acciones financiadas con Fondos Estructurales y de Cohesión.