Allá por el año 1246, el rey Fernando III El Santo, propietario de los montes que incluyen y rodean Quintos de Mora (muy montunos, escabrosos y asediados por los moros) vende estos pagos a la ciudad de Toledo, por 45.000 maravedies alfonsíes. Para hacer frente a esta suma, los toledanos hubieron de vender sus vajillas, alhajas y todo lo de valor para completar la venta, naciendo de esta manera el Señorío Municipal de los Montes de Toledo.
Dicha pertenencia a la ciudad imperial fue continuada hasta su desamortización entre los años 1827 y 1856. Entre las desamortizaciones llevadas a cabo, concretamente el 22 de diciembre de 1829 fue adjudicado una serie de montes al municipio de Mora de Toledo, llamándose a partir de entonces Quintos de Mora. Parece ser que esta adjudicación se realizó como compensación de los derechos de pastoreo y otros aprovechamientos que el pueblo de Mora disfrutaba en los Montes de Toledo y que perdía con su desamortización.
La denominación de Quinto hace referencia a una porción de terreno, o bien que es una parte de dehesa o tierra, aunque no sea la quinta parte. Por otro lado, esta palabra no parece tener relación alguna con el derecho que se pagaba al rey, de las presas, tesoros y otras cosas semejantes, que siempre era la quinta parte de lo hallado, descubierto o aprehendido. En la comarca de Los Yébenes es muy corriente la utilización de la palabra Quinto para designar un lote de terreno rústico y así se dice Quinto de La Sierpe o Quinto de Don Pedro.
En nuestro caso hace referencia a un total de cuatro Quintos que componen el monte: Las Peralosas, Valde-Hierno, Gil García y Valdeibañez.
El monte Quintos de Mora fue adquirido por el Patrimonio Forestal del Estado al municipio de Mora en el año 1942, iniciándose una intensa actividad repobladora.
Con la creación del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (I.C.O.N.A) en 1971 pasa a formar parte de este.
En 1984 se transfieren dos propiedades del monte a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha de acuerdo al Real Decreto1676/1984, de 8 de febrero, sobre traspaso de funciones y servicios del estado a la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha en materia de conservación de la naturaleza. En este Real Decreto se incluyen 33,5 hectáreas de la Granja de perdices como “Instalación cinegética” y el “Colmenar de la Pizarra” con una superficie de 0,09 ha. En total fueron transferidas 33,59 ha.
En el año 1996 se crea el Ministerio de Medio Ambiente. Dentro de este Ministerio se incluye el Organismo Autónomo Parques Nacionales, organismo al cual quedo adscrito este monte hasta la actualidad.