El bosque maduro de la Umbría de Siete Picos

Por Ley 7/2013 fue declarado en la Sierra de Guadarrama nuestro decimo quinto Parque Nacional. Dentro de este queda incluida parte de la superficie de los Montes de Valsaín, debiéndose aplicar a la práctica totalidad del resto de la superficie de estos montes un régimen jurídico especial similar al del PN salvo en lo referente a las cortas entre otras cuestiones.

En el plazo de cuatro años deberían desaparecer, en el PN, las cortas de carácter comercial. Cuestión que no debe significar el abandono de esta práctica sino su uso como herramienta de gestión, manteniendo estructuras existentes y logrando favorecer la heterogeneidad, la existencia de las restantes etapas del sistema forestal, la dinámica natural y el mantenimiento de una comunidad compleja. 

“La conservación de la biodiversidad en los ecosistemas arbolados pasa por conservar (o imitar) los procesos que generan diversidad en todas las fases de desarrollo del ecosistema, y no únicamente por conservar o fomentar los rodales maduros (Spies, 2004). El interés del fomento de los rodales maduros no deriva por tanto de estimar que la fase de madurez del rodal es mejor que otras fases de su desarrollo, sino de su escasez y falta de representación en los ecosistemas españoles (Sevilla, 2008). Además la pérdida de los rodales viejos es irremplazable (Rotherham, 2011), al menos en plazos de centenares de años”. Este párrafo tomado del documento “BOSQUES VIEJOS: Consideraciones estructurales y sucesionales”  de Álvaro Hernández Jiménez  en 2013 nos lleva a hablar de los rodales maduros y de los bosques viejos.

Pino silvestre maduro

“Una de las definiciones más actuales de bosque viejo, y más cercanas a nuestra realidad ecológica, se ha desarrollado en Italia, donde se pone además de manifiesto que un bosque viejo es aquel que contiene rodales viejos (Blasi et al, 2010): bosques en los que las perturbaciones antrópicas están ausentes y en los que la dinámica natural crea un mosaico de rodales en todas las fases de desarrollo, incluso las senescentes” definición tonada también del mismo documento.

En estos rodales y bosques viejos la descomposición de la madera y la presencia de estacas y múltiples huecos para refugio favorecen la existencia de hongos e insectos saproxílicos entre otros grupos. También de micromamíferos, quirópteros y avifauna troglodita.

Está claro que en los diferentes rodales que componen los montes incluidos en el PN y más concretamente en los Montes de Valsaín, coexisten casi todas las etapas, desde la aparición en los huecos provocados por las cortas de los nuevos regenerados, hasta un arbolado con cierta madurez y con presencia cada vez mayor de madera muerta (dada la aceptación de esta medida desde hace años en las revisiones de los documentos de ordenación) previo a la nueva perturbación que supone la corta. Así el aprovechamiento forestal actual obvia la última etapa de madurez y senectud. No obstante, existen cuarteles de protección, tanto en Valsaín como en otros montes del Guadarrama, en los que podremos encontrar aproximaciones a rodales maduros.

El objeto de este documento es analizar las características del cuartel 1 P de protección del Monte Pinar de Valsaín para saber si disponemos o no de rodales viejos o una extensión continua que puede considerarse ya como bosque maduro.

El monte que se sitúa en el municipio del Real Sitio de San Ildefonso en Segovia, fue ordenado a finales del siglo XIX en el año 1889. Pero no es hasta la quinta revisión de la ordenación cuando se crea el cuartel de protección en el que desaparecen las cortas, si bien en un principio si se realizaron algunas de pequeña intensidad y con carácter extraordinario (516 m³durante su periodo de vigencia).

La fecha de aprobación de la quinta revisión se corresponde con el año 1990, aunque desde la finalización del periodo de vigencia de la cuarta, en el año 1978, se comenzó a tratar este espacio como cuartel de protección.

Bosque maduro de la umbría de Siete Picos

Se extiende sobre 809,94 ha de las cuales 654,60 ha están poblados por pino silvestre.  Esta superficie poblada supone un incremento sobre las 373,56 ha existentes en 1956.

La mayor parte de este cuartel se corresponde con el estrato IV de los definidos para el inventario de la séptima revisión de la ordenación, siendo los valores de las diferentes variables inventaríales los que a continuación se insertan.

Estrato IV    

Pinar de pino silvestre (Pinus sylvestris) en zonas altas de peor calidad

Característica

Unidad

Rango

Media

Nº de parcelas ( 13 m de radio)

Uds

 

34

Diámetro medio cuadrático

cm

19,660 - 56,487

36,349

Altura dominante

m

8,533 - 20,833

14,809

Numero de pies

pies/ha

150,679 - 1148,929

386,116

Área basimétrica

m2/ha

17,720 - 61,539

36,171

Volumen con corteza

m3/ha

103,243 -456,525

242,594

Crecimiento corriente

m3/ha

3,817 - 13,675

7,916

Distribución de especies por volumen en las parcelas

(%)

Pinus sylvestris

96,07 %

Pinus sylvestris muerto

3,93 %

En enero de 1996 se produjo un temporal de nefastas consecuencias. Tras una precipitación en forma de nieve el día 21 de 150 mm y las precipitaciones de los días posteriores, con un total de 559 mm durante el mes, combinadas con fuertes vientos superiores a los 120 km/hora, se derribaron más de 47.000 m3 de madera (106.000 pies mayores) y 160.000 pies de diámetro entre 10 y 20 cm., aportando una gran cantidad de madera muerta en el suelo al cuartel de protección del que no fue retirada a diferencia del resto del monte.

Los valores de madera muerta que se obtuvieron para este cuartel en la última revisión de la ordenación son:

Valores de madera muerta

Cuartel

1P

Np secos en pie total estrato. (ud/ha)

7,9

Vcc secos en pie total estrato. (m3/ha)

2,870

Np secos en pie > 35 cm (ud/ha)

2,08

Vcc secos en pie >35 cm (m3/ha)

1,79

Np muertos en suelo (ud/ha)

23,6

Vcc muertos en suelo (m3/ha)

5,753

Total Np secos total est. y secos en suelo  (ud/ha)

31,5

Total Vcc secos total est. en pie y muertos en suelo (m3/ha)

8,623

El cuartel se puede dividir en varios sectores:

*Datos 6ª Revisión

Sector Cantones Sup. arbolada en ha Sup. arbolada 1956 en ha Volumen madera muerta en pie* m³/ha

Falda Peñalara

54 a 59, 92 a 97 y 396

172,25

70,53

2,982

Vaquerizas Altas

48 a 53

94,69

51,35

2,636

Majada Alta Guarramillas

1 al 7

139,54

74,86

1,288

Umbría Siete Picos

160, 171, 172 y 179

198,38

158,34

5,777

Falda Montón de Trigo

187, 191, 192, 193, 220, 221 y 223

49,74

18,48

3,608

  • En el primer sector de la falda de Peñalara, la superficie arbolada se ha incrementado en 2,44 veces respecto a la existente en 1956, con lo cual el arbolado que más abunda es joven. En las inmediaciones existen varias majadas y signos claros de daños en el arbolado por el pastoreo sobre todo de ovino. Actualmente en las inmediaciones y en esta área se mantiene pastoreo de vacuno. No existe abundancia de arbolado de diámetros elevados.
  • El sector situado en la parte alta del Cuartel de Vaquerizas Altas, también ha incrementado notablemente su superficie poblada desde la década de los 50, concretamente se ha multiplicado por 1,84. En esta zona no ha existido una elevada carga de pastoreo debido a su pendiente. En los cantones que lo componen existe arbolado de grandes dimensiones y una escasez de clases diamétricas, no estando representadas todas  y en algún caso solo dos y no contiguas.
  • El tercer sector se extiende desde el Puerto de Cotos al de Navacerrada por encima de la vía del tren y bajo las cumbres de Majada Alta y Guarramillas. El incremento de la superficie arbolada es similar al anterior sector. Existe un arbolado grueso y añoso y un fustal de unos 60 años. En algunas zonas también un latizal reciente, así como algo de regenerado. Es una zona con pastoreo antiguo de ovino, desaparecido hace años, y con pastoreo no muy intenso de vacuno en la actualidad.
  • El cuarto sector se encuentra en la umbría de la cumbre de los Siete Picos. Entre los puertos de Navacerrada y Fuenfría. La superficie arbolada se ha incrementado poco desde los años setenta. Como consecuencia de la pendiente, pedregosidad y falta de pastizales en su zona alta (coronada por las cumbres de granito de los Siete Picos) no existió prácticamente pastoreo de ovino en el pasado, siendo actualmente la zona menos pastoreada. Presenta todas las clases diamétricas con arbolado muy grueso y viejo, junto a regenerado. También presenta abundancia de madera muerta tanto en pie como en el suelo.
  • El quinto y último sector se establece desde el puerto de la Fuenfría y bajo el Cerro Minguete y el Montón de Trigo. Es la zona en la que más se ha incrementado la superficie arbolada desde el 56, multiplicándose por 2,69. Existió en este sector pastoreo de ovino con múltiples majadas. Actualmente se mantiene un pastoreo de vacuno. La masa es semirregular con áreas de arbolado más viejo y otras de masa más reciente. Contiene un pequeño rodal de arbolado muy grueso y viejo.
Umbría de Siete Picos

De los cinco sectores, el que mejor representa las características de un bosque viejo o maduro es el de la Umbría de Siete Picos. Esta área del monte Pinar de Valsaín, se sitúa por debajo de las cumbres del Telégrafo, los Siete Picos y el Cerro Ventoso y por encima de la Senda Schmid. Por el este el límite es el puerto de Navacerrada y por el oeste el de la Fuenfría.

Sector de la Umbría de Siete Picos

Su superficie total es de 235,93 ha pobladas en su mayor parte (83%). Está compuesto por los cantones 160, 171, 172 y 179. El primero de estos cantones seria el que menos características de bosque maduro tendría, al menos hasta la línea que lo cruza de arriba abajo, coincidente con la antigua pista de los números, cuyo uso para el esquí fue abandonado a finales de los 80. Hacia el este de la pista se sitúan parte de las instalaciones de la estación de esquí Puerto de Navacerrada. Por en medio además de las pistas de esquí pasan unas sendas antiguamente utilizadas como circuito de fondo.

 

Sector de la Umbría de Siete Picos

Rodal

160

171

172

179

Sup. Total (ha)

49,58

56,33

77,78

52,24

Superf. Inv. (ha)

38,26

51,53

59,51

45,71

Vcc total (m3)

9.423,69

13.259,79

14.316,11

11.581,10

CC total (m3)

118,91

198,39

185,23

139,01

AB total (m2)

1.374,76

1.915,86

2.056,43

1.730,65

N total (pies)

16.148

26.374

24.420

16.666

Vcc St (m3/ha)

190,07

235,39

184,07

221,70

Vcc Si (m3/ha)

246,30

257,30

240,56

253,37

CC St (m3/ha)

2,40

3,52

2,38

2,66

CC Si (m3/ha)

3,11

3,85

3,11

3,04

AB St (m2/ha)

27,73

34,01

26,44

33,13

AB Si (m2/ha)

35,93

37,18

34,56

37,86

N St (pies/ha)

325,70

468,19

313,98

319,06

N Si (pies/ha)

422,06

511,77

410,34

364,63

Dg (cm)

34,74

35,84

35,82

36,76

Ho (m)

12,18

13,32

13,78

14,48

Umbría de Siete Picos

Las características de un bosque viejo o maduro se podrían resumir en:

  • Existencia de arbolado sobre maduro.
  • Ausencia en un periodo largo de cortas.
  • Baja presión de herbívoros.
  • Existencia de regenerado
  • Madera muerta en pie
  • Madera muerta en el suelo

Si sobre esta superficie analizamos estas características tendríamos que en el cantón 171 se estima la existencia de más de 10 pies/ha de diámetros entre 70 y 80 cm y en el 172 más de 11 pies/ha de diámetros superiores a los 70 cm de los que 4,42 serian de diámetro superior a los 85 cm. En el informe selvícola de la 7ª Revisión de la Ordenación se cita en el cantón 171 la existencia de un rodal en el tercio oriental del cantón de fustes extremadamente gruesos, de diámetro medio cuadrático superior a 65 cm.

Según la información disponible de los libros de corta, hasta finales de los años 80 no disponemos de datos fehacientes para asegurar su cuantía en estos cantones. La información disponible lo es para los subtramos (existentes hasta la cuarta revisión de la ordenación que incluían los actuales cantones de protección) sin poder establecer, salvo por proporcionalidad de superficie, los pies apeados en estos cantones.

Desde 1990 del cantón 160 se han extraído 109 pies secos o muertos por plagas (años 1991,93, 98 y 99). Del cantón 171 y en los años 98 y 99 se extrajeron 42 pies. En el 172 se cortaron 5 pies en 1998 y en el cantón 179 no se registraron cortas.

La situación de estos cantones bajo Siete Picos en cuya cumbre escasean los pastos, la pedregosidad de la zona, la densidad del arbolado y la fuerte pendiente hacen que no sea una zona muy adecuada para el pastoreo. Así en el pasado no fue una de las áreas de los montes donde se asentaran las majadas ni se extendiese el pastoreo con oveja. Actualmente tampoco es una zona utilizada por el ganado vacuno, ni presenta gran densidad de herbívoros silvestres.

Como ya se ha comentado esta zona tiene representación de todas las clases diamétricas, incluidas las menores que aseguran la renovación de la masa. Desde 1956 se ha incrementado su superficie poblada un 25%. La parte más occidental presenta frecuentes corros de regeneración en estado de repoblado a monte bravo bajo el dosel de copas superior, que tiene aquí una densidad media. Esta apertura del dosel fue consecuencia de un temporal a finales de los años 70.

De las cinco áreas en las que dividimos el cuartel de Protección, esta es la que más pies muertos en pie por hectárea presenta con 5,777 m3/ha en la anterior revisión y cifras mayores actualmente, aunque no se disponga de datos desagregados del cuartel de protección, 7,9 pies y 2,87 m3 por hectárea como media.

En la actual revisión se establecen cifras medias por hectárea de 23,6 pies muertos en el suelo y 5,753 m3. Estas cifras son mayores en estos cantones según se puede observar al recorrer todo el cuartel. Parte de esta madera muerta en el suelo es consecuencia del temporal de enero de 1996, parcialmente ya incorporada en el suelo.

Como resumen podemos afirmar que en la Umbría de Siete Picos del Monte Pinar de Valsaín nº 2 del CUP de la provincia de Segovia, existe una superficie continua de 195 ha pobladas con las características adecuadas para poder afirmar que se trata de un bosque viejo de pino silvestre de gran calidad e incluido en su práctica totalidad en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Esta masa madura puede considerarse como una de las mejores representaciones para este tipo de pinares dentro de la península Ibérica.

Bibliografía

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ROTHERHAM, I. D., 2011. A landscape history approach to the assessment of ancient woodlands. En: WALLACE, E. B. (ed.), 2011. Woodlands: Ecology, Management and Conservation. Nova Science Publishers.

SEVILLA, F., 2008. Una Teoría Ecológica para los Montes Ibéricos. Instituto de Restauración y Medio Ambiente

SPIES, T. A., 2004. Ecological concepts and diversity of old-growth forests. Journal of Forestry, 102: 14-20.