El Parque Nacional Las Tablas de Daimiel ha experimentado variaciones muy notables en los últimos años que se refieren tanto la evolución de la superficie inundada y permanencia del agua como a la calidad de la misma. Estos cambios, que se han producido en unos pocos años, han incidido en el desarrollo de los diferentes tipos de vegetación que colonizan el humedal y en su dinamismo, entendiendo como tal las sustituciones y modificaciones de las diferentes formaciones vegetales características del ecosistema.
Estas variaciones ambientales, al no ser muy prolongadas, favorecen la presencia y el desarrollo de algunas plantas, las mejor adaptadas a ecosistemas acuáticos fluctuantes, en detrimento de otras que precisan de ecosistemas acuáticos más estables para su desarrollo y permanencia. Son las especies que se consideran colonizadoras las que contribuyen en mayor grado a los cambios del paisaje y a modificar las características originales de estos ambientes acuáticos.
En el caso de Las Tablas hay que considerar como principales especies colonizadoras la enea, Typha domingesis, el carrizo, Phragmites australis, y el taray, Tamarix canariensis. A estas especies propias de los humedales manchegos habría que unir un buen número de plantas de carácter más o menos nitrófilo que aprovechan los periodos de sequía para colonizar las zonas que han permanecido secas o apenas encharcadas durante varios años, entre ellas destacan las plantas arvenses, las plantas características de los barbechos, y las que suelen colonizar los bordes algo más nitrófilos de los humedales, que en las nuevas condiciones colonizan amplias superficie que antes estaban sometidas a inundación.