Jaime Haddad manifiesta su satisfacción por el reconocimiento de dos candidaturas españolas como “Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial” (SIPAM)

EL SUBSECRETARIO DE AGRICULTURA Y PESCA, ALIMENTACIÓN Y MEDIO AMBIENTE HA INTERVENIDO HOY EN EL FORO INTERNACIONAL SIPAM DE LA FAO EN ROMA

19/04/2018

Señala que este reconocimiento de la “Producción de la uva pasa de la Comarca de la Axarquía” y la “Producción de sal del Valle Salado de Añana”, convierte a España en pionera en la región de Europa, donde, hasta la fecha no existían SIPAM declarados

Destaca el efecto potenciador de los sitios SIPAM para otras candidaturas como los “Olivos milenarios del Territorio de Senia”, la “Huerta de Valencia” y el “Paisaje agro-pastoral de alta montaña del Valle de Arán”

Recuerda que los SIPAM identifican y salvaguardan paisajes con biodiversidad agrícola y sistemas de conocimiento asociados que, de alguna forma, contribuyen a la obtención de beneficios mundiales, nacionales y locales

El subsecretario de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad, ha participado hoy en el Foro Internacional de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se ha celebrado en Roma, dónde ha manifestado su satisfacción por el reconocimiento SIPAM a dos regiones españolas el pasado 2017, como son la “Producción de la uva Pasa  de la Comarca de la Axarquía” en la Comunidad Autónoma de Andalucía y a la “Producción de sal del Valle Salado de Añana” en la provincia de Álava, perteneciente al País Vasco.

Este reconocimiento, ha explicado Haddad, cuyos certificados se entregan hoy en este foro, convierte a España en pionera en la región de Europa, donde, hasta la fecha no existían SIPAM declarados, ya que la mayoría se encuentran en las regiones de África, Asia y Pacífico, América Latina y El Caribe, Cercano Oriente y Norte de África.

La figura del SIPAM, ha recordado el subsecretario, identifica y salvaguarda paisajes con biodiversidad agrícola y sistemas de conocimiento asociados que, de alguna forma, contribuyen a la obtención de beneficios mundiales, nacionales y locales, a través de su conservación dinámica, su manejo sostenible y el incremento de su viabilidad.

 

En este sentido ha señalado que España, que se caracteriza por su enorme respeto a las tradiciones y formas de vida ancestrales, y por su riqueza en biodiversidad, paisajes y sistemas agrícolas, debe compartir esta riqueza con el resto del mundo.

 

EFECTO POTENCIADOR PARA NUEVAS CANDIDATURAS

 

También hay destacado el efecto potenciador de los sitios SIPAM para otras candidaturas ya que, ha añadido, la existencia de algún sitio SIPAM en un país tiene un claro efecto potenciador y catalizador del interés de otras regiones, con la ventaja añadida de contar con la experiencia previa de las regiones ya declaradas.

 

Así, ha explicado Haddad, la difusión de la figura del SIPAM en España ha servido para entablar contacto con representantes y expertos de otras regiones, que están preparando ya sus propias candidaturas, como en el caso de los “Olivos milenarios del Territorio de Senia”, que tiene la peculiaridad de estar gestionado por tres comunidades autónomas diferentes, la “Huerta de Valencia” y el “Paisaje agro-pastoral de alta montaña del Valle de Arán”.

 

Unas posibles candidaturas, ha subrayado Haddad, que cuentan con el apoyo del Ministerio en su camino hacia la obtención de este reconocimiento, y otras que seguramente se plantearán en un futuro próximo.

 

El subsecretario ha finalizado su intervención señalando que estos reconocimientos SIPAM se enmarcan en un contexto más amplio planteado por la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas que, aprobada en 2015 y comenzando su implementación en enero 2016, supone un cambio de paradigma en la manera de pensar y actuar en lo que, hasta ahora, se entendía como desarrollo sostenible.

 

Por ello, ha concluido Haddad, la figura SIPAM, al proporcionar servicios sociales, culturales, económicos y medioambientales, es un ejemplo práctico, históricamente afianzado, cercano y real que puede contribuir decisivamente a la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas de la Agenda 2030 buscando siempre el equilibrio, establecido como ineludible por la Agenda, entre las 3 dimensiones del desarrollo sostenible: la dimensión económica, la social y la medioambiental.