Análisis económico

El regadío es un elemento fundamental del sistema agroalimentario español. Aporta más del 50% de la producción final agraria ocupando solamente el 14% de la superficie agraria útil de nuestro país. Una hectárea de regadío produce, por término medio, unas 6 veces lo que una hectárea de secano y genera una renta 4 veces superior. En las zonas de regadío intensivas del litoral mediterráneo y atlántico sur estas diferencias son muy superiores. Pero el regadío no solo permite una renta más alta, sino también más segura, gracias a la diversificación de producciones y a la independencia climática. Gracias al incremento de la productividad agraria generado por el regadío se ha logrado que una población activa agraria cada vez menor alimente a una población urbana cada vez mayor y más exigente en cuanto a variedad, cantidad y calidad de los alimentos que demanda. El regadío contribuye en un 2,4% al PIB, empleando al 4% de la población.

Dentro del abanico de cultivos posibles según las características agroclimáticas de cada comarca, los regadíos se orientan hacia las producciones más interesantes, marcadas por las tendencias de mercado o de política agraria. Es de destacar que el regadío es la base de las producciones con mayor valor económico. Se riega aproximadamente el 90% de la superficie dedicada a los cultivos hortícolas y cítricos y más del 75 % de la superficie cultivada de tubérculos. En otros sectores como el viñedo, el olivar, los cultivos forrajeros y los cultivos industriales el regadío es muy importante, con porcentajes de regadío que fluctúan entre el 30 y el 20% aproximadamente.

Rendimientos entre Regadio y Secano 2008-2010

Relación entre los rendimientos de regadío y secano de cultivos (en tanto por uno). Datos de 2007 y 2010.

Fuente: Anuario de Estadistica Agroalimentaria del Ministerio.  


 Rendimientos horticolas en Regadio-Secano 2007-2010

Relación entre los rendimientos horticolas en regadío al aire libre y en secano (en tanto por uno). Datos de 2007 y 2010.

Fuente: Anuario de Estadistica Agroalimentaria del Ministerio.  


 
 Rendimientos horticolas en regadio protegido y secano 2007-2010
 
Relación entre los rendimientos horticolas en regadío protegido y en secano (en tanto por uno). Datos de 2007 y 2010.

Fuente: Anuario de Estadistica Agroalimentaria del Ministerio.  


Perspectivas:

El sector agrario atraviesa un profundo proceso de cambio, influido por la economía mundial, por el desarrollo normativo de la PAC, así como por las disposiciones de la Directiva Marco del Agua.  Por otro lado la agricultura, y en este caso el regadío debe adaptarse a los efectos del cambio climático.

Se tiende hacia una mayor coordinación entre las políticas agrarias y medioambientales, como son las políticas de eco-condicionalidad y desarrollo rural frente a políticas precedentes de fomento de la producción y, por tanto, uso intensivo de recursos, especialmente los recursos hídricos en el caso del regadío:

 La limitación de recursos e incremento de la demanda de agua por parte de los diferentes sectores (agrario, industria, urbanos…) propicia la  modernización de las infraestructuras y sistemas de riego así como, la introducción de nuevas tecnologías para la gestión eficiente del agua de riego.

 La recuperación de costes tendrá implicaciones, no sólo desde un punto de vista de los pagos por los servicios del agua, sino también en un uso más  eficiente de agua.

 La desvinculación de las ayudas está conllevando una reorientación productiva en una parte importante de las zonas regables.

El futuro de la PAC no es ajeno a otros procesos, como la definición de la nueva estrategia de crecimiento y de futuro “UE 2020”. En las conclusiones del Consejo Europeo de primavera de 25 y 26 de marzo de 2011, han quedado reflejados los compromisos relacionados con las sensibilidades agrarias y con su papel a jugar en el éxito de la estrategia UE-2020, especialmente la contribución que la agricultura y la PAC realizan a las prioridades señaladas en la estrategia UE 2020, detalladas a continuación:

Crecimiento inteligente: desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación

Crecimiento sostenible: promoción de una economía que haga un uso más eficaz de los recursos, que sea más verde y competitiva

Crecimiento integrador: fomento de una economía con alto nivel de empleo que tenga cohesión social y territorial

En las conclusiones del Consejo Europeo de 17 de junio de 2011, se dice que todas las políticas comunes, incluidas la política agrícola común y la política de cohesión, habrán de apoyar la estrategia. Un sector agrícola sostenible, productivo y competitivo supondrá una gran contribución a la nueva estrategia, considerando el potencial de crecimiento y empleo de las zonas rurales, al tiempo que se garantiza la competencia leal. El Consejo Europeo destaca la importancia de fomentar la cohesión económica, social y territorial, así como de desarrollar las infraestructuras para contribuir al éxito de la nueva estrategia.

En definitiva, la agricultura, incluida la de regadío, se integra en la Estrategia UE 2020 a través del reto de una economía más respetuosa con el medio ambiente (que necesariamente ha de contar con la agricultura, que gestiona la mayor parte del territorio comunitario y tiene un papel esencial en el uso sostenible de los recursos, la conservación de los hábitats naturales, la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático), su contribución sustancial al crecimiento y al empleo, así como al mantenimiento de la población y la actividad económica en el medio rural, y a través de la necesidad de hacer frente al reto del desafío alimentario, lo que se logra reforzando el carácter estratégico de la agricultura y la alimentación.