Abril 2016
Una evaluación recientemente realizada por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) sobre indicadores del uso de los recursos de agua dulce en el marco comunitario (Use of freshwater resources) muestra que mientras que el agua es generalmente abundante en Europa, la escasez de este recurso y la sequía siguen afectando a algunas regiones, especialmente a aquellas que están densamente pobladas y tienen una alta demanda de agua de la agricultura y el turismo durante el verano.
El Índice de Explotación del Agua + (Water Explotation Index +) de las demarcaciones hidrográficas de Europa, que es el porcentaje del total de agua dulce utilizada en comparación con los recursos renovables de agua dulce disponibles, muestra que alrededor de 20 de ellas, sobre todo en el Mediterráneo, se enfrentan a problemas de estrés hídrico estructural (WEI> 20%). Entre ellas, se cuentan Chipre, Malta, Creta, las Islas Baleares y Sicilia. La situación es aún peor en verano. El promedio del índice para los veranos 2002-2012 fue de un 81% y 55% en el caso de Chipre y de la cuenca del Segura en España, respectivamente, lo que sugiere un grave estrés hídrico y la utilización de recursos claramente insostenible.
El estrés hídrico se produce cada vez más en otras partes de Europa. Los principales factores impulsores son el crecimiento de las poblaciones urbanas y unos estándares de vida más altos, junto con la reducción de la disponibilidad de agua debido a la contaminación y la sequía. Muchas de las grandes ciudades han desarrollado redes amplias para el transporte de agua, a menudo a distancias de más de 100-200 km, para poder responder a la demanda de este recurso.
Los especialistas de la AEMA también llaman la atención sobre que, durante el invierno, unos 30 millones de habitantes viven en condiciones de estrés hídrico, mientras que esta cifra se eleva a 70 millones en verano. Esto representa un 6% y un 14% de la población total de Europa, respectivamente. Además, alrededor del 20% del total de la población de la región mediterránea vive bajo condiciones permanentes de estrés hídrico y más de la mitad (53%) se ve afectada por el escasez de agua durante el verano.
Por su parte, los ríos y recursos de aguas subterráneas proporcionan más del 80% de la demanda total de agua en Europa. En concreto, el reparto es de un 46% y 35%, respectivamente.
Mientras, la agricultura representa un 36% del consumo total de agua anual. En verano, este aumenta a aproximadamente un 60%. La agricultura en la región mediterránea por sí sola representa casi un 75% del uso total de agua de todo el sector europeo.
Después de la agricultura, el suministro público es la segunda fuente consumidora de agua, que representa un 32% del total. Esto implica presión sobre los recursos hídricos renovables, particularmente en áreas de alta densidad de población.
El sector servicios se ha convertido en una de las principales presiones sobre los recursos hídricos renovables, dado que representa el 11% del consumo total anual de agua. En particular, las pequeñas islas del Mediterráneo están en condiciones de estrés hídrico severo debido a la recepción de entre 10 y 15 veces más turistas que habitantes locales.
Esta evaluación muestra en un mapa interactivo sobre el uso de los recursos hídricos en Europa los datos sobre los cambios en el tiempo de la extracción de agua y el uso del agua por sectores en subcuencas o cuencas hidrográficas. El índice de explotación del agua se ha calculado como la media por cada demarcación hidrográfica, para los años 2002-2012, según se define en ECRINS. La delimitación del ECRINS de las demarcaciones hidrográficas se diferencia de las definidas por los Estados miembros en virtud de la Directiva marco del agua, sobre todo de las demarcaciones hidrográficas transfronterizas.
Información: AEMA. Use of freshwater resources. Mapa interactivo y datos sobre el uso de los recursos hídricos en Europa
Fuente: Mercados de Medio Ambiente