Diciembre 2017
Una ducha rápida no vale lo mismo que un baño de 20 minutos. Dejar puesta la calefacción todo el día es caro; encenderla solo cuando hace el frío supone un ahorro. Vivimos en un mundo en el pagamos por lo que consumimos. A ese mismo principio se ciñe el pago por generación, un modelo de gestión de la basura que funciona con éxito en varios países europeos (y en 13 pequeños municipios españoles) y se basa en que "quien contamina, paga". Es decir: los ciudadanos que generen más basura pagarán más, y los que menos lo notarán para bien en sus bolsillos.
El sistema se basa en contar cuántos desechos generamos individualmente. Para ello existen dos vías: la recogida puerta a puerta de bolsas de residuos que identifiquen a cada usuario, o el contenedor de calle al uso, que solo se abriría con una tarjeta personal. Después, en función del peso o volumen de lo recogido, se aplicaría una tasa acorde con una parte fija para cubrir los costes de gestión y una variable calculada según lo generado.
En un escenario perfecto, aquel que separe y deposite en el contenedor cada una de los cinco flujos (envases plásticos, metálicos y briks, vidrio, papel y cartón, orgánica y resto) solo abonaría por la fracción resto, la "basura" de toda la vida, en la que tienen cabida pañales, restos de barrido, fotografías, colillas o platos rotos (Ver "Otras fracciones de residuos").
En España esta alternativa opera en 13 municipios cuyas poblaciones suman en total menos de 50.000 habitantes: Esporles, Binissalem, Porreres, Bunyola, Santa Mariá, Alaró, Campanet, Mancor de la Vall y Búger (Baleares), Argentona, Miravet y Rasquera (Cataluña), Usurbil (País Vasco). En ellos se seleccionan las cinco fracciones y un calendario específico marca los días de la recogida puerta a puerta.
Como resultados principales, en algunos casos se ha logrado prevenir la generación hasta en un 20%, y en todas las ocasiones se incrementa la recogida selectiva entre un 30% y un 170%, según un estudio de Ecoembes. "Allí donde funciona se alcanzan tasas de reciclaje del 80%", indica Ecoembes. Una cifra superior al 50% exigido por Bruselas para 2020 que también cumpliría con los objetivos del Paquete de Economía Circular 2025-2030.
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Fuente: Ambientum