La Reserva Natural Fluvial del Río Sorbe es un ejemplo representativo de los ríos de montaña mediterránea silícea.
Presenta un régimen hidrológico con origen pluvio-nival en sus cotas más altas, coincidentes con la zona limítrofe con la provincia de Segovia, y con origen pluvial mediterráneo en el resto de la reserva, la cual está compuesta por varios cauces: el río Lillas, el Arroyo del río Mediano, el río Sonsaz y el río Sorbe, todos ellos de carácter permanente y localizados dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.
La reserva discurre mayoritariamente por un valle encajado con zonas de fuertes pendientes, escenario ideal para un uso recreativo habitual: el piragüismo de aguas bravas.
La vegetación de ribera está bien conservada, en cabecera está formada principalmente por un estrato arbóreo denso dominado por abedules y hayas, y un estrato arborescente caracterizado por sauce cenizo con serbales, acebos, mostajos y majuelos. El arbusto más abundante es el brezo blanco, mientras que entre las herbáceas destacan los helechos nobles de afinidad atlántica y eurosiberiana.
Descendiendo por el curso del Sorbe, las hayas desaparecen, y continúan las saucedas negras mezcladas con abedules y otras especies mesófilas de óptimo eurosiberiano, entrando en contacto estas formaciones en el tramo más bajo del curso principal del río Sorbe donde se encuentran alisedas oligotrofas de gran calidad.
El sistema fluvial constituye un hábitat potencial de múltiples especies que pueden ser esenciales para el proceso de diagnóstico del estado de las masas de agua, siendo las especies piscícolas más abundantes en la RNF son la trucha común y la bermejuela, que ocupa de forma casi exclusiva alguno de los cauces que compone la RNF, como sucede en el curso alto del río Lillas. Su abundancia y variedad piscícola promueve la pesca recreativa como actividad habitual en esta reserva.