En 2024 se ha actualizado la estrategia de la cerceta pardilla, la focha moruna y la malvasía cabeciblanca, respecto a la aprobada en 2013, y se incluye una nueva especie, el porrón pardo. Para la elaboración de esta estrategia se han tenido en cuenta los datos de los censos y de las actuaciones realizadas desde el año 2012 al 2023. Las cuatro especies se han considerado conjuntamente por sus similitudes en cuanto a estado de conservación, amenazas y requerimientos ecológicos. La estrategia identifica y aplica a aquellos territorios con presencia regular de estas especies y en los que se reproducen en la actualidad o lo hayan hecho en los últimos diez años (Lugares Críticos), así como a las áreas potencialmente colonizables (Lugares de Expansión).
Las amenazas que inciden negativamente sobre las cuatro especies y sus hábitats son diversas, destacando la pérdida y degradación del hábitat, la caza accidental y el furtivismo, el impacto de la depredación que llevan a cabo diferentes especies generalistas, los brotes epidemiológicos o el efecto negativo de algunas especies exóticas invasoras. Para minimizar estas afecciones y tratar de mejorar el estado de conservación de las especies objetivo, la estrategia considera líneas de actuación enfocadas a su protección legal, a la redacción y aprobación de planes de recuperación, a la protección y restauración de sus hábitats, a la acción frente al furtivismo y la caza accidental, a la cría en cautividad y liberaciones posteriores, al seguimiento de las especies, a la investigación y a la difusión de la importancia de su conservación.
El órgano técnico de coordinación entre administraciones para el desarrollo de la estrategia, y quien ha redactado los textos de la misma, es el Grupo de Trabajo destinado a las especies objetivo, dependiente del Comité de Flora y Fauna Silvestres. La estrategia ha sido evaluada por los órganos colegiados de coordinación interadministrativa, incluyendo la participación pública a través del Consejo Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y finalmente aprobada por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente en julio de 2024.