La optimización de la logística de recogida es imprescindible para obtener unos buenos resultados de gestión, ambientales y económicos.
Las tipologías de servicio (recogidas puerta a puerta, comerciales o a demanda, etc.), la dispersión territorial y las características de algunas fracciones (por ejemplo de la FORS o los residuos de envases ligeros), pueden hacer que el consumo en la etapa de recogida sea importante (y las emisiones derivadas también). Los siguientes mecanismos pueden optimizar el funcionamiento del servicio:
- Utilización de vehículos biocompartimentados.
- Desarrollo de circuitos compartidos con las recogidas comerciales.
- Implantación de la recogida de la FORS de forma integrada (no aditiva) al conjunto de recogidas.
- Optimización de rutas y frecuencias en función de las necesidades de cada zona.
- Utilización de vehículos con capacidades adecuadas a las toneladas recogidas y si es posible compactadores.
- Uso de vehículos más eficientes y combustibles menos contaminantes (biodiesel, gas-natural, vehículos híbridos, eléctricos-actualmente disponibles esencialmente para vehículos de pequeña capacidad).
- Implantación de sistemas de transferencias en plantas de transvase locales o mancomunadas.
Si la participación de la ciudadanía en el servicio es elevada, el consumo final por tonelada recogida puede verse minimizado u optimizado, y esta elevada recogida separada debería permitir una disminución del servicio dedicado a la fracción Resto, como ocurre en los sistemas puerta a puerta.
En los siguientes contextos de gestión se pueden desarrollar otras acciones específicas, de manera complementaria a las ya descritas:
- En casos extremos de dispersión, se puede optar por ubicar baterías de contenedores en zonas de paso frecuente, utilizar camiones bicompartimentados, o en el caso de la FORS, por sustituir el servicio por sistemas de compostaje doméstico individual o comunitario.
- En zonas con concentración de grandes productores se puede establecer circuitos diferenciados de recogida puerta a puerta para los mismos, si es necesario con frecuencia variable para cada generador según su producción y con horarios de recogida adaptados a los de las actividades.
- En zonas turísticas o de segundas residencias, es necesario adaptar las recogidas a esta estacionalidad. En determinadas épocas del año (o en fin de semana) estas zonas reciben un gran número de visitantes o de habitantes de segunda residencia que puede llegar a superar ampliamente a la población residente. Los residuos generados por la población estacional afectan a los resultados de generación y recogida, y hacen necesario modificar y adaptar el servicio. En este sentido algunas líneas generales de actuación son:
Finalmente, resulta interesante calcular el balance energético y de emisiones de los circuitos de recogida hasta las plantas para detectar el impacto y viabilidad de la recogida y optimizar los servicios (incluso comparando con configuraciones anteriores o futuras modificaciones propuestas).