La situación privilegiada del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, a la entrada de las Rías Bajas gallegas, hizo que los archipiélagos de Cíes, primero, y luego el de Ons, actuaran como barrera natural ante el vertido del Prestige, que comenzó a llegar a estas islas en el mes de diciembre.
A raíz de la afección, el Organismo Parques Nacionales, organismo ejecutor de la Administración del Estado en materia de Parques Nacionales, desarrolló diferentes actuaciones que se prolongaron a lo largo de varios meses de trabajo y cuya evaluación todavía se efectúa en la actualidad.
De forma general, se pueden hablar de cuatro actuaciones distintas:
La primera tarea que se desarrolló tras el vertido del Prestige fue la retirada manual de restos de fuel de la arena de las playas. En total, se retiraron más de 4.500 toneladas de residuo, primándose los medios manuales, al igual que en el resto de la costa. Las posteriores campañas de prospección de fuel en profundidad no revelaron concentraciones de fuel enterrado.
La hidrolimpieza de zonas rocosas se desarrolló con una metodología específica elaborada por la Administración General del Estado con la colaboración de la Universidad de Santiago de Compostela. Esta metodología se basaba en la aplicación de agua de mar a baja presión y a temperatura ambiente, con el objetivo de minimizar impactos sobre estas zonas protegidas.
En total se hidrolimpiaron 33.305 metros cuadrados de zonas rocosas.
La imposibilidad de aplicar el método de hidrolimpieza a zonas concretas del litoral del Parque Nacional que continuaban manchadas de fuel (por inaccesibilidad o configuración física), generó la necesidad de implementar métodos alternativos de limpieza, como la biorremediación o implementación de los métodos naturales de degradación del petróleo.
La biorremediación comenzó con una investigación desarrollada por el personal del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, dependiente del CSIC, en una playa de cantos de la Isla de Sálvora. El objetivo de este estudio fue el de evaluar diferentes sistemas de biorremediación para determinar el más adecuado para su aplicación en zonas concretas del Parque Nacional que no habían sido hidrolimpiadas.
En función de los resultados, se desarrolló en 2004 la aplicación del método seleccionado en 16.000 metros cuadrados de litoral contaminado del Parque. En la actualidad, se sigue con la evaluación de la degradación del fuel en estas zonas.
La limpieza de fondos marinos del Parque Nacional se efectuó en dos etapas. La primera fue la actuación concreta sobre fondos con medios personales y materiales de la Administracion del Estado y de las Fuerzas Armadas. En esta fase se retiraron 1.608 toneladas de residuos de arena y fuel de los fondos.
La segunda etapa consistió en la vigilancia de la evolución de los fondos marinos, tanto de los que se habían limpiado como de aquellos donde no se había detectado presencia de fuel.