A caballo entre la Alta Ribagorça y el Pallars Sobira, asomado al norte hacia la Val d-Aran, el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici encierra muestras de todos y los mejores paisajes de alta montaña. Desde los 3.015 m de altitud del pico de Punta Alta hasta los cerca de 1.800 m de Sant Maurici o los 1.600 m del Estany de la Llebreta, en la riera de Sant Nicolau, las aguas que descienden, que se precipitan más bien, hacia los valles, riegan y modelan los picos y collados más inaccesibles, pero también las praderas mas mullidas. Allí donde la horizontalidad obliga al agua a describir cerrados meandros, tan lentos y pausados que no es fácil adivinar la dirección de la corriente. A menudo -al menos en 272 ocasiones- esas aguas se remansan en los numerosos estanys, lagos de montaña excavados en las laderas por la acción milenaria del hielo.
El paisaje sonoro es un reflejo de esa morfología. Por eso, en este disco se recogen los principales acontecimientos sonoros del Parque Nacional, pero además se ha intentado componer una secuencia sonora que, en cierto modo, reproduzca los aspectos esenciales del modelado por el agua y el ciclo estacional. Escucharemos tres largas secuencias que reproducen otros tantos elementos principales de estas montañas: el paso de un día de primavera en un bosque mixto de abetos y pinos; el curso completo de un río, casi siempre la riera de Sant Nicolau, también a lo largo de una jornada primaveral; y la llegada de las primeras nevadas a los bosques, mediado el otoño. En todas ellas el protagonismo recae en algunas de las especies más emblemáticas de la fauna alpina y forestal, siempre sobre los fondos sonoros en los que transcurre su actividad y que definen estos parajes. Y, al igual que pasa con el agua que se remansa en los estanys, al igual que ocurre en la naturaleza, la acción cambiará de ritmo, a veces muy rápida, otras detenida, siempre a punto de empezar a correr de nuevo.