Recorrido: Al salir del puerto, encontramos Cala Castell, seguida de un cabo con baliza conocido como sa Creueta. Desde aquí, la costa sigue hacia Cap Xoriguer. A continuación, la línea de costa se adentra en Cala Santa María, actualmente restringida a la navegación. En el otro extremo de la pequeña bahía, en dirección noreste, se encuentra la cova blava.
Descripción: Es una cueva excavada por el mar en un bloque de materiales calcáreos. No se puede descartar totalmente que en el proceso de formación haya intervenido la acción disolvente del agua de lluvia, como ocurre en la mayoría de cuevas calcáreas. La altura sobre el nivel del mar va desde los 6 m en la entrada hasta 20 m en el interior, y sus dimensiones máximas son de 120 x 75 m en planta. Su forma es redondeada. En el extremo interior, aparece una gran fractura debida al deslizamiento geológico de las masas de roca que forman la cueva. El fondo marino, de 20 m de profundidad, es de roca, con algunos bloques y algo de arena. La boca se orienta al noroeste y es muy estrecha; su parte emergida es sólo una quinta parte del total de la entrada. A media tarde, los rayos de sol iluminan la cueva produciendo efectos de luz y color espectaculares. En la parte sumergida, la entrada más amplia permite que el agua se ilumine en un gradiente que recorre toda la gama de los azules, proyectando en el techo los reflejos del agua.
Recomendaciones: Es conveniente entrar en la cueva a remo o a nado para evitar los molestos humos de los motores.
No está permitido el fondeo, por lo que si se pretende visitar la cueva dejando la embarcación cerca de la entrada y adentrarse con la barca auxiliar, se deberá dejar la embarcación "al pairo". Otra solución es fondear amarrados a una boya del Puerto, y desde allí dirigirse con la barca auxiliar hasta la cueva.
Observaciones: sendero autoguiado, no es posible realizarlo de manera guiada.