Caracterización de la vegetación de ribera

Funciones

Las propiedades más significativas que convierten a los bosques de ribera en formaciones bien diferenciadas y de gran valor son su alta diversidad biológica, su alta productividad y el elevado dinamismo de los hábitats que acogen. Todo ello como consecuencia de sus particulares condiciones hídricas, que favorecen el refugio de especies propias de zonas climáticas frescas y húmedas en áreas más cálidas y secas.

Las funciones que desempeñan los bosques de ribera, puede considerarse que tienen un carácter múltiple, pero entre ellas cabe las que se citan a continuación:

Vista de vegetación en un recodo de un río
  • Regulan el microclima del río.
  • Aseguran la estabilidad de las orillas.
  • Regulan el crecimiento de macrófitas.
  • Son un hábitat ideal para un gran número de especies animales y vegetales.
  • Suponen una fuente de alimento para las especies que albergan.
  • Actúan como filtro frente a la entrada de sedimentos y sustancias químicas en el cauce.
  • Cumplen un papel de acumuladores de agua y sedimentos.
  • Funcionan como zonas de recarga de aguas subterráneas.
  • Poseen un gran valor paisajístico, recreativo y cultural.

Dada su importancia ecológica, y las ventajas prácticas asociadas a una buena conservación de los bosques aluviales, parece necesaria y urgente la adopción de medidas encaminadas a la protección y regeneración de estos medios. Para ello, es imprescindible contar con un conocimiento real del estado de la vegetación de los ríos, a partir de la inventariación, caracterización y valoración de estas comunidades.

La diversidad geográfica, climática y de sustratos de la Península Ibérica es la causante de su elevada riqueza en comunidades vegetales climatófilas, lo que es igualmente aplicable a la vegetación edafohigrófila. Además, múltiples factores ambientales pueden afectar tanto a la variedad de tipos de vegetación que se puede instalar en un área, como a la estructura de cada formación, o a su composición florística. Entre los condicionantes más importantes de estos cambios se encuentran los siguientes:

  • El régimen de caudales.
  • El patrón termométrico del área.
  • La topografía del terreno.
  • Las dimensiones del cauce.
  • La naturaleza física del sustrato.
  • La trofia o riqueza en sales del suelo y el agua.
  • El estado de conservación.