Este nuevo Plan Estratégico tiene por propósito general evitar, detener y revertir la pérdida y degradación de humedales en España, contribuyendo a garantizar (i) el mantenimiento de los hábitats y especies que sustentan y de su capacidad para proveer servicios ecosistémicos esenciales, (ii) impulsar su recuperación y (iii) conseguir su puesta en valor y el reconocimiento de los múltiples beneficios que nos prestan.
Es una hoja de ruta que identifica las medidas que deben ponerse en marcha de manera urgente para enfrentar de manera sistemática y continuada los factores de pérdida y degradación de humedales en nuestro país. Determina prioridades y metas, y concreta acciones y calendarios para alcanzarlas. Igualmente da respuesta a obligaciones de España como miembro del Convenio de Ramsar sobre humedales (Plan Estratégico Ramsar 2016-2024) y de la Unión Europea (Estrategia de la Unión Europea sobre Biodiversidad para 2030), y está en línea y desarrolla la planificación nacional estratégica en materia de patrimonio natural y biodiversidad y de infraestructura verde y conectividad y restauración ecológicas.
Transcurridos más de 20 años desde la aprobación del primer plan estratégico español de humedales, es un momento especialmente pertinente para disponer de un nuevo plan estratégico nacional sobre humedales actualizado que, contando desde el principio con la implicación de las Comunidades Autónomas (Comité de Humedales), esté adecuadamente adaptado a las nuevas realidades existentes (ambientales, sociales, financieras, etc.) y sea capaz de responder a los nuevos retos y oportunidades de manera consensuada, coordinada y sectorialmente integrada.
Este Plan Estratégico de Humedales a 2030 consta de siete grandes capítulos, un apartado de referencias consultadas, un glosario de acrónimos y abreviaturas y dos anexos informativos. El primer capítulo es un preámbulo que, tras examinar los valores de los humedales y los enormes servicios y beneficios que prestan, expone las alarmantes cifras de pérdida y degradación, así como las poco optimistas perspectivas de futuro, en el escenario mundial y europeo. El segundo capítulo fija el marco de referencia y los antecedentes existentes, especificando los compromisos que nuestro país debe enfrentar, que justifican la elaboración del Plan. El tercer capítulo incluye un diagnóstico de los humedales españoles (situación actual y perspectivas de tendencias), identificando los principales retos que afrontan (presiones y amenazas). Como efecto del diagnóstico se establece una finalidad o propósito general del Plan, así como los principios que deben orientar las acciones para alcanzarlo y su vigencia (cuarto capítulo). Estos principios se organizan en forma de 6 Líneas de Actuación prioritarias, que se desarrollan a través de una serie de objetivos generales (respuesta concreta a las principales presiones que sufren los humedales en España), y mediante la ejecución de determinadas medidas, todo ello expuesto en el quinto y sustantivo capítulo del Plan. Por último, también se hace referencia al necesario seguimiento de su aplicación y a su posible necesidad de revisión (sexto capítulo), y se considera una estimación presupuestaria (séptimo capítulo).