La puesta en marcha de los Acuerdos Voluntarios de Asociación (AVA) genera numerosos beneficios sociales, ambientales y económicos en los países socios. Bajo el objetivo de garantizar que los productos de madera exportados con licencia FLEGT a la UE provengan de fuentes legales, los AVA ayudan a estos países exportadores a mejorar la aplicación de las leyes y la gobernanza forestales para abordar el problema de la tala ilegal y promover el comercio de madera legal.
Como inicio del AVA, el país necesita definir qué es “madera legal” de acuerdo con su normativa, para posteriormente diseñar un sistema que garantice el cumplimiento de esa legalidad. La definición de legalidad debe incluir todas las leyes relevantes para la cadena de suministro de los productos de madera, desde los derechos de explotación del monte, pasando por la corta, procesado, transporte y comercio de los productos. Por tanto, en la definición de legalidad se tendrán en cuenta normas de diferentes ámbitos: gestión forestal, medio ambiente, comercio, derechos laborales y de propiedad, beneficios justos para las comunidades locales y pago de impuestos, entre otras.
Por todo ello, el sistema de licencias FLEGT es un apoyo para el cumplimiento los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el país socio, ya que puede ayudar a aliviar la pobreza, mejorar el empleo y la competitividad, impulsar el crecimiento económico, aumentar la eficacia institucional y del sector privado, fortalecer el estado de derecho y asegurar los derechos de las personas que dependen de los bosques para su subsistencia.
El Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) ha elaborado un informe que recoge los impactos positivos de los AVA en los países socios, que puede consultarse en el siguiente enlace.
Es importante resaltar que, gracias al cumplimiento de la legalidad en origen, los productos de madera FLEGT también cumplen automáticamente con el Reglamento EUTR. Por tanto, la licencia FLEGT es prueba de que la madera proviene de una fuente legal.