Siete cosas que necesitan nuestras ciudades

Vista de una ciudad con rascacielos

Octubre 2016

Algo está cambiando tras la firma del Acuerdo de París (COP 21), que ya han ratificado muchos países. Esta vez parece que va en serio, que vamos a avanzar hacia un mundo más sostenible, aunque no va a ser fácil. Y en esta transición la ciudad tiene un gran papel que jugar: está pasando de ser el gran problema de la sostenibilidad a ser la gran solución.

1. Avanzar hacia la ciudad de vertido cero

Siempre se ha considerado la ciudad como una especie de agujero negro, que absorbe enorme cantidades de energía, agua y materiales y devuelve a su entorno enormes cantidades de contaminantes atmosféricos, aguas residuales y basura. ¿Cómo podríamos cambiar radicalmente hacia una ciudad de vertido cero?

Tal vez San Francisco tenga la respuesta. La ciudad del Golden Gate está poniendo en marcha un interesante sistema para reducir la cantidad de residuos que produce. Algunas de las muchas medidas que incluyen son verdaderamente radicales, por ejemplo acaban de prohibir la venta de agua embotellada. Vancouver está por la misma labor. Y hay mucho más. Por ejemplo, en la ciudad sueca de Vallstaden, se está ensayando un prometedor sistema por los que el usuario pagará en función de los residuos que produzca.

2. Poner en marcha la movilidad privado-pública

No se puede mejorar a la vez el transporte público y el transporte privado, uno de los dos tiene que ceder. El transporte privado no puede ser erradicado sin más, pero cada vez hay más soluciones que recogen sus ventajas sin cargar con sus inconvenientes. Por ejemplo, mediante redes de vehículos eléctricos compartidos.

Este tipo de redes están creciendo a gran velocidad. Un 43% para Car2Go, la red de coche compartido de Daimler, comparando el año pasado con el actual. En la ciudad de Madrid, la gran capital de los atascos y la contaminación causada por el tráfico, Car2Go tiene ya 112.000 usuarios. Y hay más: Bluemove, Avancar… El coche compartido está a punto de pasar de ser anecdótico a un firme alternativa de transporte urbano.

3. Organizar la economía circular, también en la ciudad

Circuitos urbanos de reutilización y reciclaje han existido siempre, pero ahora se trata de convertir a la ciudad es el nudo fundamental de los circuitos de economía circular. Algunas  iniciativas van en esta dirección, como por ejemplo, grandes rebajas fiscales en las reparaciones de toda clase de objetos, desde bicis a lavadoras, que se está discutiendo en Suecia. O el regreso al antiguo sistema de devolución y retorno de envases, o las tiendas de ropa usada y tomar medidas para evitar el pavoroso crecimiento de la ropa desechable.

Otra modalidad más informal  son las redes de trueque y compraventa de artículos usados entre particulares. Ya no están basadas en anuncios de periódico, sino en apps vía teléfono móvil, como Wallapop o Vibbo.

4. Acabar la guerra entre los conductores y resto de la ciudad

La pacificación del tráfico es un elemento fundamental de las ciudades sostenibles, así como la restructuración del espacio urbano, actualmente dedicado al coche en un 65%, el rechazo a las autopistas urbanas y soluciones como las superislas o supermanzanas y las ciudades caminables.

5. Naturalizar la ciudad: lo mejor de dos mundos

A la gente le gusta vivir en ciudades porque ofrecen muchas cosas agradables para la vida que no se encuentran en la naturaleza. ¿Podríamos tenerlas y al mismo tiempo no renunciar al contacto con el mundo natural?  Soluciones como las cubiertas verdes o la re-naturalización de cursos de agua hacen pensar que sí.

6. Smart citizens: ciudadanía implicada activamente en vez de crítica pasiva

Una smart city que se dedique exclusivamente a soluciones de conectividad tecnológica no tiene mucho futuro. Actualmente, muchos proyectos de participación ciudadana, enormemente potenciados por las nuevas tecnologías de la comunicación, se están poniendo en marcha.

7. Avanzar hacia la ciudad autosuficiente

Es evidentemente muy difícil que una ciudad se autoabastezca de energía, agua y alimentos. Pero la experiencia de grandes urbes que han puesto en marcha planes climáticos de energía, como París, muestran resultados alentadores. París declara haber reducido en un 9,2 % sus emisiones de gases de efecto invernadero (2004-2014) y tiene un 25% como objetivo para 2020. Cada vez hay más proyectos para integrar las energías renovables en la ciudad, y en general para reciclar la energía y aprovecharla mejor. 

Información y fuente:  Fundación Vida sostenible

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