El vertido provocado por el accidente y el hundimiento del buque Prestige afectó a un total de 786 playas de las 1.064 playas que se sitúan en las costas del Norte de España. La mayor afección se situó en la Comunidad Autónoma de Galicia, donde 505 de los 723 arenales de la comunidad se vieron manchados por el fuel.
La Administración General del Estado, a través del Ministerio de Medio Ambiente, desarrolló un dispositivo de limpieza y regeneración de la costa afectada en tres fases de trabajo.
En las labores de recogida de fuel participaron un gran número de organizaciones, administraciones y colectivos, que han ejecutado 1.382.000 jornadas de trabajo, de las que el 73% se efectuaron en Galicia.
La primera fase de limpieza consistió en la recuperación del fuel vertido en la costa mediante procedimientos manuales, combinados con medios mecánicos para el transporte de residuos y acceso a las zonas de mayor dificultad.
La limpieza manual se complementó con la actuación de cribadoras mecánicas y manuales que ayudaron a retirar los restos atomizados que permanecían en los arenales.
En esta limpieza manual, que se solapó con las siguientes fases de trabajo, fue decisiva la labor desempeñada por los voluntarios, que acudieron de forma individual o colectiva a las zonas afectadas desde diciembre de 2002 a julio de 2003. Su ayuda desinteresada contribuyó de manera decisiva a la mejora de las condiciones ambientales de las zonas afectadas.
A medida que disminuía la cantidad de fuel que impactaba en el litoral, se fueron poniendo en marcha mecanismos de limpieza especializada que se desarrollaron en tres ámbitos: playas, rocas y borde vegetal.
Una vez finalizada la actuación prioritaria de eliminar el fuel en la superficie de los arenales, surgió la necesidad de elaborar y poner en marcha planes de restauración ambiental de los espacios más sensibles. El objetivo era el recuperar zonas que habían sido dañadas directamente por la acción del vertido del Prestige o zonas que habían sufrido contaminación diferida por las acciones de limpieza.
Las medidas de restauración ambiental comenzadas en 2004 tuvieron como objetivo prioritario la recuperación ambiental de los espacios costeros favoreciendo la retirada o, en su caso, peatonalización de los caminos abiertos, aprovechando la actuación para incluir elementos de protección y restauración de la vegetación afectada.
En el año 2004 se redactaron y ejecutaron 13 proyectos de restauración ambiental en otros tantos espacios del litoral gallego de la Costa da Morte (litoral más afectado). Concretamente, se vieron beneficiados espacios de los Ayuntamientos de Laxe, Camariñas, Muxía, Cee, Fisterra y Carnota.