En el caso de los residuos de envases ligeros del contenedor amarillo, al estar formados por distintos tipos de materiales: envases de plástico, envases metálicos y cartón para bebidas, antes de enviarlos a sus respectivos recicladores deben ser separados en las instalaciones de triaje y clasificación de envases.
Los residuos recogidos se transportan hasta las instalaciones de selección donde se realiza un triaje del contenido del material entrante mediante una combinación de procesos de separación mecánicos o automatizados y procesos manuales con el fin de separar y recuperar las diferentes fracciones valorizables y prepararlas para su posterior reciclaje en las correspondientes instalaciones según el tipo de material. De forma general, los materiales separados son:
Los materiales no separados se destinan a instalaciones de incineración o a su depósito en vertedero. Para más información ver apartado: Sistemas de tratamiento
Reciclaje de plásticos:
Básicamente hay dos posibles tipos de procesos de reciclaje del plástico:
En el caso de los plásticos biodegradables, todavía una reducida minoría, se tratarían mediante procesos biológicos debido a su biodegradabilidad.
Reciclaje de los metales:
Las latas de acero o las de aluminio son envases 100 % reciclables mediante procesos de fundición.
Los envases de hojalata (acero recubierto por una capa de estaño) se reciclan en las acerías donde son lavadas, se desestañan para extraerles el estaño que las recubre y el acero obtenido se vuelve a introducir en el proceso de fabricación de este material.
En el proceso de reciclado de los envases de aluminio no hay que eliminar otro tipo de materiales, ya que tanto la tapa como la lata son de aluminio. El aluminio recuperado, una vez seleccionado y prensado, se funde y con él se fabrican nuevos lingotes de aluminio.
Reciclaje del cartón para bebidas
Existen diferentes técnicas para el reciclaje de los brics o cartón para bebidas (Fuente: UNED):
En este proceso se separan las fibras de celulosa del polietileno y del aluminio en un hidropulper por frotamiento. Tras finalizar el proceso se vacía el hidropulper por su parte inferior a través de un filtro que deja pasar el agua y la fibra de celulosa (su recuperación comporta un reciclaje del 80% en peso del envase).
Para aprovechar el resto de materiales se pueden recuperar de forma conjunta obteniéndose una granza de polietileno reforzada por el aluminio. También se usa como combustible en las cementeras, ya que el polietileno es buen combustible y el aluminio oxidado suple a la bauxita como ingrediente del cemento.
Para separar el polietileno del aluminio se pueden usar disolventes, recuperando de la disolución el polietileno, o recuperar el aluminio por combustión.
El grupo papelero StoraEnso y Alucha han desarrollado en Catalunya el proyecto Clean, para solucionar al problema del aprovechamiento de las láminas de plástico-aluminio de los brics, en una nueva instalación con una capacidad de tratamiento de 30.000 toneladas anuales de brics,
La solución tecnológica Clean, permite recuperar por separado el aluminio y el plástico de los brics, Las láminas de plástico-aluminio son introducidas en una cámara de calor que hace que el plástico se transforme en gas caliente, mientras que el aluminio queda limpio para su reutilización. El gas caliente extraído es reutilizado para alimentar energéticamente la planta, así como una fábrica de papel contigua asociada a la instalación.