Con carácter general, el 60-70% de la composición de los RCD son materiales minerales (tierras, hormigón, ladrillos, cerámicos), formando el resto cantidades variables de residuos de madera, metal, yesos, plásticos, etc. La mayor parte son residuos no peligrosos, incluso inertes, cuyo aprovechamiento no debe presentar problemas sino que puede contribuir a la disminución del consumo de recursos minerales naturales.
La posibilidad de su aprovechamiento de otras fracciones depende en gran medida de que conformen un flujo de suficiente pureza y no contaminado por sustancias peligrosas, de manera que las operaciones de reciclado (en general de valorización) posteriores sean económicamente viables y ambientalmente seguras.
En obra se pueden generar diferentes residuos peligrosos que deben recogerse y tratarse por separado mediante su envío a gestores autorizados. Entre los materiales y sustancias que pueden encontrarse entre los RCD y que pueden tener alguna característica de peligrosidad, cabe destacar: aditivos de hormigón (inflamable), adhesivos, másticos y sellantes (inflamable, tóxico o irritante), emulsiones alquitranadas (tóxico, cancerígeno), materiales a base de amianto, en forma de fibra respirable (tóxico, cancerígeno), madera tratada con fungicidas, pesticidas, etc (tóxico, ecotóxico, inflamable), revestimientos ignífugos halogenados (ecotóxico, tóxico, cancerígeno), equipos con PCB (ecotóxico, cancerígeno, luminarias de mercurio (tóxico, ecotóxico), sistemas con CFCs, elementos a base de yeso (fuente posible de sulfhídrico en vertederos, gas tóxico e inflamable), envases que hayan contenido sustancias peligrosas (disolventes, pinturas, adhesivos, etc.).
La mezcla de residuos peligrosos con no peligrosos está expresamente prohibida en la normativa de residuos dado que, además de suponer un riesgo para la salud humana (en particular para los operarios de la obra o de las plantas de tratamiento de residuos) y para el medio ambiente, puede ocasionar que un volumen grande de residuos no peligrosos se convierta en residuos peligrosos de una gestión más compleja y de mayor coste.