La geología de un archipiélago deseado por todos (Revista "Tierra y Tecnología", nº 31, del Colegio Oficial de Geólogos)
Las Islas Chafarinas forman un pequeño archipiélago volcánico que, por las evidencias geológicas, casi siempre han estado unidas al continente africano, formando un saliente costero o cabo. La situación actual es excepcional, creándose un enclave marino de alto valor ecológico y estratégico.
El origen volcánico no es casual, sino que geológicamente está relacionado con una banda, de dirección este-oeste, de ejemplos similares en todo el norte de África. Esta zona es y ha sido muy activa desde el punto de vista de los terremotos y el volcanismo, teniéndose evidencias de ellos desde hace unos 7 millones de años. El continuo empuje de África contra Europa, dentro de un modelo actual de Tectónica de Placas, parece ser el origen de esta actividad geológica reciente
Los edificios volcánicos antiguos, que dieron origen a las islas Chafarinas, no los encontramos con su aspecto y tamaño original, sino que han sido intensamente erosionados. Un puzzle de muy pocas piezas es el juego con el que los geólogos deben trabajar para reconstruirlos.
Este volcanismo formó rocas que, en su conjunto, no difieren mucho entre sí, con una composición mineral bastante semejante, como las andesitas y los basaltos.
Los magmas que surgieron por las fisuras de la tierra, siempre en un medio continental, provocaron distintos tipos de actividad volcánica, dependiendo del contenido en gases del magma y de cambios en su composición química. Así, es fácil encontrar episodios fluidos, de coladas de lava andesítica, que se extendían lentamente por las faldas de los antiguos volcanes, o períodos explosivos con fuertes espesores y amplias extensiones recubiertas de rocas fragmentadas (bombas, cenizas, y polvo volcánico). De manera tardía, y por las mismas fisuras, surgieron magmas basáticos enfriados que, al consolidarse, las rellenaban, cortando y encajándose en las rocas volcánicas ya existentes.
Los momentos finales de esta actividad produjeron inyecciones de fluidos en las fracturas de todas las rocas, creando diques y filoncillos silíceos de calcedonia, ópalo, cuarzo, etc., que pueden encontrarse en todas las islas.
Otro momento geológico importante, dentro de la historia de las islas, son los episodios sedimentarios de edad cuaternaria (último millón de años). Estas evidencias muestran la intensa erosión y alteración que sufrieron los volcanes, hasta alcanzar el aspecto actual que tienen las islas.
Los sedimentos cuaternarios están principalmente formados por estratos de cantos, arenas y arcillas, unidos a veces por un fuerte cemento calizo. Su origen está relacionado con períodos de lluvias intensas que erosionaron las antiguas laderas de los volcanes. Otros momentos más secos del Cuaternario, fueron propicios para la formación de costras calizas, que se intercalan y cementan los sedimentos de las laderas. Es frecuente que las costras calizas puedan observarse recubriendo gran parte de la superficie de las islas, sobre todo las de relieve más suavizado.
SUELOS
La roca original y morfología condicionan las diferencias de suelos entre las tres islas
En general, los suelos de las islas son poco desarrollados e inmaduros y presentan una fuerte influencia litológica (litosuelos). Se caracterizan por presentar una delgada capa rica en materia orgánica, es el Horizonte A, donde se asienta la vegetación, seguida, casi directamente, por la roca original volcánica: andesita o basalto.
Es frecuente que aparezcan costras calcáreas (Caliche) que se formaron, por la precipitación de carbonatos, en épocas secas. Aunque dichos sedimentos calizos llegaron a cubrir las rocas volcánicas, actualmente la erosión los ha hecho desaparecer de las zonas de relieves mas elevados, acumulándolos a favor de la pendiente en las laderas y en las zonas más bajas. Este hecho se aprecia con claridad en la isla del Rey ,en donde se dan zonas en las que no existe más que la costra endurecida sobre la andesita.
Fotografía izquierda: El suelo representado en este perfil corresponde a la zona de máxima altitud de la isla de Congreso (Pico del Aguila). El escaso espesor de este suelo a las fuertes pendientes que favorecen la erosión de este Horizonte A.
Fotografía derecha:Perfil que muestra el suelo más extendido en la isla de Rey. Se forma a partir de materiales andesíticos aunque, en este caso, se incorporan al perfil numerosos fragmentos de la costra caliza erosionada. El fósforo y los nitratos aparecen en concentraciones altas debido a la actividad biológica de las colonias de aves que sobre ellos se asientan.
En la isla de Congreso, la de mayores diferencias de relieve y por tanto la de suelos con mayor influencia geomorfológica, la erosión ha hecho desaparecer totalmente las costras de las zonas altas, acumulando sin embargo en las mas bajas espesores considerables de coluvios, superiores a 1 m, que permiten el desarrollo de suelos profundos que no existen en las otras.
Por otra parte, en las tres islas se produce un proceso secundario de salinización, especialmente intenso en las áreas más expuestas a la influencia del mar y a la actividad de las aves marinas que las colonizan. Esta salinidad es muy alta en algunos enclaves de las islas de Rey y de Congreso, por lo que se les puede definir como suelos salinos. En ellos aparece una vegetación adaptada especialmente a esta característica (Suaeda vera y Mesembryantemum cristallunum, fundamentalmente) favorecida por un aporte de sales procedente de la humedad ambiental marina y por la actividad biológica de las aves.
Además las colonias de aves influyen también en la evolución edáfica a través de la acumulación de guano, que aporta materia orgánica al Horizonte A. Los suelos que presentan mayor impacto por dichas colonias son los de la isla de Rey que presenta valores significativamente más altos de materia orgánica, fósforo y nitratos.
Fotografía izquierda: En la isla de Congreso aparecen los suelos más profundos de todo el archipiélago. Como se aprecia en la foto, en zonas llanas y/o con cobertura vegetal la erosión es poco importante y permite el desarrollo estable del suelo. Al mismo tiempo, en estas situaciones existe un aporte coluvial de material ersionado en cotas más altas.
Fotografía derecha: La andesita es el material original predominante en la isla de Isabel, por lo que el perfil que muestra esta fotografía es representativo del conjunto de la isla. Se trata de un suelo poco profundo debido a la erosión.
Por último, a los factores naturales mencionados (litología, topografía, salinidad, y acumulación de guano) hay que sumar la influencia de la actividad humana en las islas. La orografía mas llana de la isla de Isabel pudo condicionar el asentamiento de la población en ella y no en las otras islas. Ambos hechos y la homogeneidad de sus materiales originales (casi exclusivamente andesitas) hacen que los suelos en ésta, estén limitados a las zonas no edificadas, sean bastante homogéneos y en general poco profundos (de 10 a 15 cm en los mejores casos) debido a la continua pérdida de material por la erosión debida a la actividad humana.