Situado junto al río Guadarrama, a una cota de 550 metros sobre el nivel del
mar, se asienta en un medio físico homogéneo, sin grandes desniveles,
representado en su litología por arenas arcósicas provenientes de los abanicos
aluviales del Sistema Central, en las que tiene su origen el topónimo árabe
"Oued al Rambla", río de las arenas, que ha dado nombre a este curso
fluvial.
La climatología se inscribe dentro de un régimen mediterráneo con rasgos
continentales, presentando una fuerte amplitud térmica superior a los 50°C, con
máximas absolutas de 43°C y mínimas absolutas por debajo de 10°C bajo cero. Las
precipitaciones no son elevadas, alcanzando a duras penas los 500 mm anuales
que se registran sobre todo en primavera y otoño.
La vegetación potencial está representada por el encinar carpetano
mesomediterráneo, si bien en la actualidad el ecosistema está afectado en gran
medida por la acción humana, encontrando no obstante aún manchas importantes de
encinar más o menos conservadas al norte y al sur de la finca, rodeadas por
zonas donde imperan ya claramente las etapas de regresión.
En gran medida, el paisaje en el que se inscribe la finca está dominado
por la vegetación riparia, constituida por los sotos, una unidad ecológica de
gran valor ambiental, no ligada específicamente al clima sino a las distintas
condiciones locales de humedad, y relacionadas con la naturaleza del sustrato.
En los sotos podemos encontrar formaciones como las saucedas, fresnedas,
olmedas o choperas, acompañadas, en mayor o menor profusión, en relación con la
actividad humana, de especies como arraclanes, sambucos, rosales, zarzales,
majuelos, endrinos, madreselvas, aladiernos, serbales, etc.