Longitud: 2.000 m.
Duración: de 1 a 1,5 horas.
Carácter: circular.
Es un circuito que recorre varias islas en la orilla más oriental de Las Tablas, de las más de 30 que existen en el Parque Nacional. La Entradilla, El Descanso, del Pan, de los Tarayes y del Maturro, son las cinco islas que atravesaremos en nuestro recorrido y que se encuentran unidas mediante pasarelas o puentes de madera. A lo largo del itinerario existen varios balcones que nos permitirán adentrarnos aún más en Las Tablas.
Desde la isla de la Entradilla descubriremos las primeras tablas. El taray se encuentra ahora formando un cinturón alrededor de la isla. Caminando sobre la tabla de La Entradilla podemos observar entre el carrizal a la focha común, a la gallineta de agua y a alguna anátida levantando el vuelo. Carriceros y ruiseñores bastardos se dejarán oir durante la época reproductora. En invierno veremos al mosquitero común entre el carrizo. Archibebes, combatientes, andarríos y correlimos son frecuentes en los pasos. En primavera podremos ver al fumarel cariblanco pescando ajeno a nuestro paso. Si nos asomamos al balcón situado en la margen izquierda de la isla, podremos observar un pequeño masegón.
Desde la isla del Descanso, tendremos acceso a la tabla del descanso. Aquí los limícolas son frecuentes en periodos secos y las anátidas y las fochas en periodos húmedos. Durante la primavera podremos observar el vuelo de las garzas.
Tras atravesar una pasarela llegamos hasta la Isla del Pan, la mayor de todas las del itinerario. Una senda que parte del observatorio nos conduce hasta un bosquete de tarayes, donde anidan el pito real, la abubilla, el búho chico, el jilguero, el pinzón vulgar, el carbonero común y el herrerillo común.
Desde la Isla del Pan llegaremos a la Isla de los Tarayes y, desde ahí, a la Isla del Maturro, pasando por un observatorio faunístico que nos permitirá ver una gran variedad de anátidas.
Finalizaremos el recorrido atravesando el puente sobre las tablas del Maturro, donde podremos ver al cuchara común, que pasa aquí el invierno.
Este itinerario se conecta opcionalmente con la Laguna de Aclimatación en la que se contempla un conjunto representativo de las anátidas que se pueden encontrar en las Tablas de Daimiel durante todo el año.