La actividad ganadera ha sido siempre ocupación principal de muchos de los habitantes de la Sierra de las Nieves, dominando casi en exclusiva la cría de ovejas y cabras, siendo con toda seguridad la actividad que más ha modelado el paisaje.
Esta actividad ganadera no siempre ha estado en consonancia con la conservación de las principales especies vegetales de la Sierra de las Nieves, ya que frecuentemente el sobrepastoreo provocaba un freno importante en la regeneración vegetal del arbolado, facilitando la erosión de los suelos que quedaban con poca cobertura vegetal.
Hoy día, la modernización de las explotaciones, la existencia de programas y cupos ganaderos, la utilización racional del pastoreo para la prevención de incendios y el mantenimento y mejora de los ecosistemas, así como muy buenas experiencias de transformación y valorización de los productos, son las líneas de trabajo para asegurar la pervivencia de esta actividad histórica sin poner en peligro la conservación de los valores ecológicos de la Sierra de las Nieves.
Es preciso destacar la importante función ecológica que el pastoreo cumple en los ecosistemas, ya que mantiene hábitats de gran interés, como los pastizales, y permite que se desarrollen procesos naturales claves en las redes ecológicas, en los que participa una variedad de insectos coprófagos y aves e insectos necrófagos.
El aprovechamiento del corcho tiene lugar principalmente en los alcornocales de los municipios de Istán y Benahavís, en la zona sur del Parque Nacional. Es especialmente importante en fincas privadas como Bornoque (Istán) y La Máquina (Benahavís), así como en algunos rodales del monte público Sierra del Real (Istán).
El descorche es una actividad que precisa de una abundante mano de obra especializada y en periodos concretos constituye, sin duda, el aprovechamiento más rentable en los montes mediterráneos. De hecho, la pervivencia hasta nuestros días de importantes bosques de alcornoque en Andalucía, en zonas muchas veces castigadas por la deforestación, tiene en la economía del corcho el principal responsable.
Los alcornocales son ecosistemas forestales muy complejos y soporte de una relevante diversidad biológica, siendo el principal refugio de algunas especies emblemáticas como el corzo andaluz, un ecotipo singular de las sierras gaditanas y malagueñas.
La apicultura constituye otro aprovechamiento tradicional con una implantación destacada en muchos enclaves de estas sierras. Está regulado en los montes públicos, donde se establece el número de asentamientos así como el número máximo de colmenas en cada uno de ellos.
Esta actividad aporta un complemento apreciable a las rentas agrarias de diversos productores locales y se ha ido incrementado en el último decenio, principalmente en los montes públicos. Los principales montes públicos en los que se realiza este aprovechamiento son Sierra de El Burgo y Montes de Tolox, superando ampliamente las 1.000 colmenas cada uno.
Las abejas melíferas no sólo prestan un servicio directo proveyéndo de varios productos, sino que desempeñan un papel muy destacado en la polinización de especies vegetales silvestres, de gran valor ecológico, y agrícolas, de elevada importancia económica.
Se trata, sin duda, del principal uso humano que hoy día tiene el Parque Nacional, dado el creciente interés público que existe en torno al disfrute de las áreas naturales. La Sierra de las Nieves es un espacio de gran interés senderista y montañero, dada la extensa red de rutas que lo recorren, la calidad escénica de sus paisajes y su cercanía a importantes centros urbanos y turísticos, como las ciudades de Málaga y Ronda y la Costa del Sol. Por otro lado, la Sierra de las Nieves acoge las máximas alturas de Andalucía occidental y es la única zona montañosa de este territorio donde nieva con regularidad.