Tipo de ruta: Circular
Longitud: 10,4 Km. circuito completo.
Desnivel acumulado: 400 m. de subida y de bajada.
Duración: 4 h. 30 min.
Dificultad: Media
Descripción: Este cómodo circuito con inicio y final en Espinama permite compaginar la belleza de los pueblos del alto valle de Camaleño con los magníficos bosques de hayas y robles que tan bien se conservan en su entorno. Tras callejear entre la cuidada arquitectura popular de Espinama y Pido la ruta se adentra en la pista de Pierga en dirección a Cosgaya, que discurre por la margen derecha del río Deva y al pie de los frondosos bosques que descienden desde las cumbres del Coriscao por los valles de Pierga y Peñalba. Sin duda esta es una de las zonas mejor conservadas del entorno de los Picos de Europa, donde se refugian algunos de los escasos osos de la Cordillera Cantábrica, entre otras especies esquivas. El circuito se completa pasando por el pequeño pueblo de Las Ilces, para regresar por la vertiente expuesta a la solana, en la que cambian las especies forestales, aunque se mantiene la espesura del bosque.
Cómo hacer la ruta: La ruta, al ser circular, se puede hacer en uno u otro sentido, aunque recomendamos hacerla empezando en Espinama y en sentido contrario a las agujas de reloj, que es como está señalizada.
Preste atención a: Los sonidos del bosque / Los colores de la vegetación en las distintas épocas del año / La magnífica arquitectura tradicional de los tres pueblos por los que pasa la ruta (Espinama, Pido y Las Ilces).
Precauciones: Preste atención a la señalización al transitar por los núcleos rurales / Cuidado al cruzar la carretera en el acceso a las Ilces.
Recorrido paso a paso
Espinama, junto con Pido, constituyen la cabecera del valle de Valdebaró, cuya actividad socioeconómica eminentemente ganadera, se ve hoy en día complementada con una pujante actividad turística, lo que ha hecho de este pequeño enclave un centro ideal para la realización de excursiones por los Picos de Europa. La proximidad del teleférico de Fuente De hace que estos pueblos sean especialmente turísticos, sobre todo en los meses de verano.
Primeramente podemos dar una vuelta por los caseríos de Espinama y visitar sus blasonadas casas de Cosgaya, Baldeón y Noriega, y cómo no, su iglesia, que guarda una talla policromada del siglo XVII, y una virgen con Niño del XVI. La ruta parte de Espinama (alt. 887 m.) en dirección a Pido, por el camino denominado La Gatera; para ello se atraviesa toda una galería de chopos, avellanos y sauces, antes de adentrarse entre las casas de Pido, donde hay que estar atento a las marcas de pintura para buscar la salida al otro lado del pueblo.
De Pido se sale por la parte alta, hasta encontramos con una pista ancha (30 min. / alt. 950 m.) que viene de Cosgaya, y se dirige a Fuente Dé, y que se conoce como pista de Pierga, qu e hay que tomar a la derecha en dirección sureste. A lo largo de todo el recorrido discurre por un denso bosque de robles y hayas, surcados por arroyos que bajan de la Cordillera Cantábrica, hasta cuyas estribaciones llega el Parque Nacional de Picos de Europa.
Tras pasar por los prados de la Navega, se dejan atrás unos repetidores de telefonía, y se continúa por la pista, siempre siguiendo el ramal principal. Dejando el cauce del Deva siempre a la izquierda, la pista entra y sale continuamente en los pequeños valles que bajan por la derecha. Se deja atrás el que lleva la riega de Pierga, para continuar por el denso bosque, salpicado de vez en cuando de algún roble de enormes dimensiones destacando entre los demás árboles. Un nuevo entrante nos lleva al invernal del Mato. Tras cruzar la riega aparecen dos bifurcaciones, una a la derecha y un poco más adelante otra a la izquierda. Se toma esto último ramal a la izquierda que desciende rápidamente hasta un puente sobre el Deva.
Desde el puente sobre el río Deva existe la opción de regresar a Espinama siguiendo el curso de este río en dirección ascendente, recortando de esta forma la ruta en al más de hora y media.
Si se desea continuar la ruta completa, habrá que cruzar el puente para salir a la carretera CA-185 que viene de Potes; cruzamos ésta y subimos hacia el pequeño pueblo de Las Ilces (2 h. / alt. 800 m.), donde se ven dos viejos hórreos.
Desde Las Ilces, continuamos a partir de la pequeña plaza a la izquierda, y a los pocos metros nos desviamos a la derecha, bordeando una gran casa y pasando al lado de la iglesia. Al poco, empezamos a subir a la izquierda en fuerte pendiente durante un buen rato. Llegamos, así, a una pista más llana que viene de Pembes; seguimos a la izquierda durante un par de kilómetros, y sin desviarnos del camino principal, descendemos en suave pendiente hasta Espinama (4 horas 30 minutos) donde termina esta preciosa ruta por frondosos bosques atlánticos.