La garantía del suministro de agua en cantidad y en calidad es fundamental para el desarrollo de la sociedad y para la lucha contra la pobreza y las enfermedades en cualquier punto del mundo. Esto equivale a decir que el agua es vida, salud y energía, o lo que es lo mismo, que la falta de agua constituye un elemento limitante del nivel de vida y progreso de los países.
La existencia de un sistema de planificación y gestión del agua que garantice el suministro en cantidad y en calidad suficiente es fundamental para asegurar el eficaz desenvolvimiento de una sociedad y de su economía y ofrecer altos niveles de seguridad minimizando el riesgo de fallos en cualquiera de los componentes del sistema. Los sistemas de gestión del agua del siglo XXI no solo deben ser eficaces a fin de proporcionar esa garantía de suministro y así hacer efectiva la “seguridad hídrica”.
El agua, por su carácter trasversal, juega un papel fundamental en todo modelo de desarrollo sostenible pues la garantía de este recurso es condición para el progreso económico, para el desarrollo social y para la conservación de nuestros hábitats y nuestros ecosistemas.
España es un buen ejemplo de gobernanza en la gestión responsable de sus recursos de agua. Su acusada irregularidad en el espacio y en el tiempo ha hecho necesario desarrollar una potente y continuada actuación para poner el agua al servicio del hombre y del desarrollo sostenible
El sistema actual no habría sido posible sin una intensa y fructífera relación con el sector empresarial. En colaboración con el ICEX y las asociaciones empresariales más representativas, la Dirección General del Agua ha hecho un esfuerzo para elaborar fichas con los servicios relacionados con al agua que las empresas españolas prestan. Se trata de un documento vivo, que pretende mostrar a la comunidad internacional el potencial de la empresa española para aportar soluciones eficaces y eficientes a los retos que el futuro nos presenta en materia de agua.