Sectores de actividad

  • Sector de suministro de energía

    Los niveles de eficiencia en la generación de electricidad pueden aumentarse de la actual media mundial del 30% a más de un 60% entre el 2020 y 2050. La sustitución del carbón por gas natural y por medio de tecnologías de combustión más eficientes, con mejores rendimientos energéticos, puede llevar a reducciones de emisiones de CO2 por unidad de energía utilizada de hasta un 50%. Sin embargo, el grado en que pueden conseguirse estos potenciales dependerá de futuras reducciones de costes, del ritmo de evolución y aplicación de las nuevas tecnologías, la financiación, así como de las medidas destinadas a superar diversos obstáculos no técnicos, como son los impactos ambientales, la aceptación social y otras condiciones regionales, sectoriales y propias de cada país.

  • Sector industrial

    En el sector industrial la principal opción para reducir las emisiones es la mejora de la eficiencia energética. Se estima que los países desarrollados podrían reducir en un 25% la emisión de CO2 sustituyendo las instalaciones y procesos existentes por las opciones tecnológicas más eficientes.

    En cuanto a los nuevos gases fluorados, su crecimiento es considerable durante los últimos años; aunque se estima posible reducir sus emisiones mediante medidas dirigidas a evitar las fugas, la recuperación y reciclado de dichos gases, así como por la utilización de otros compuestos alternativos o tecnologías.

  • Sector del transporte

    Las reducciones de la intensidad energética en los vehículos ligeros, que ofrecerían períodos de amortización a los usuarios de tres a cuatro años mediante el ahorro de combustible, pueden disminuir las emisiones específicas entre un 10% y 25% para el año 2020. Además, si se utiliza diesel, gas natural o propano en lugar de gasolina, técnicamente se pueden reducir las emisiones entre un 10% y 30%, que alcanzarían el 80% si los combustibles proceden de fuentes renovables. Así mismo, el control de las fugas de refrigerante puede añadir otro 10% de reducción. La aplicación de medidas fiscales sobre los combustibles, principalmente en países con bajos precios, podría reducir las emisiones del transporte por carretera en un 25%; aunque esta medida tendría implicaciones económicas indirectas en otros sectores.

  • Sectores residencial, institucional y comercial

    Existen multitud de tecnologías y medidas que pueden mejorar la eficiencia energética en los edificios, tanto en los equipos que consumen energía -electrodomésticos, iluminación, calefacción y aire acondicionado-, como en materia de aislamiento y construcción bioclimática. Las tecnologías de uso eficiente de la energía en el interior de edificios y con períodos de amortización para el consumidor de cinco o menos años tienen el potencial económico de reducir las emisiones específicas de CO2 en un 20% para el 2010, mientras que para el exterior de los edificios -reduciendo la transferencia de calor- pueden alcanzar el 25% para el mismo año. Aún en el caso de sólo considerar el potencial de mercado, éste implica reducciones entre el 10% y el 15% para el 2010, ya que la mayor parte de las reducciones son posibles a coste neto negativo

  • Sector agrario

    En el sector agrario pueden obtenerse importantes reducciones, debidas tanto a la mejora de la utilización de la energía como a la aplicación de nuevas técnicas de cultivo, la producción de biocombustibles en tierras agrícolas, el mejor uso de los fertilizantes y la adecuada gestión de las explotaciones ganaderas de rumiantes.

  • Sector de la gestión de residuos

    Para la eliminación de los residuos existen opciones técnicas que, en muchos casos, pueden aplicarse de forma rentable, reduciendo las emisiones entre un 30% y 50% merced a la disminución del vertido, el reciclado y la reutilización, y la recuperación de los gases emitidos en los vertederos. Además, estos gases pueden usarse como fuente de energía, con lo que indirectamente se reduce el coste de su recuperación.

  • Sector forestal

    Existen tres formas de fomentar la captación de carbono por los ecosistemas forestales: protección de las masas existentes, repoblación forestal, y la gestión forestal sostenible de los bosques; aunque tienen distintos horizontes temporales y, por tanto, diferentes efectos a corto, medio y largo plazo. La disminución de la deforestación junto con la repoblación forestal representan los elementos claves para la compensación efectiva de las emisiones que puedan generarse en otros sectores de la actividad humana. En la medida en que la forestación proporcione productos madereros de larga duración o productos que sustituyan combustibles fósiles, el beneficio en las emisiones netas puede ser hasta cuatro veces superior a la captación real de carbono por los bosques.

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