Desde el descubrimiento científico de la especie más emblemática de la Sierra de las Nieves, el pinsapo (Abies pinsapo), allá por 1837, de la mano del insigne botánico suizo Edmond Boissier, las inquietudes e iniciativas a favor de la Protección y conservación de estas sierras, sus valores naturales y especialmente sus pinsapares han sido continuas y se remontan al inicio de la conservación de espacios naturales en el continente europeo.
Posteriormente, los ingenieros de montes Antonio Laynez, en 1858, y Máximo Laguna, en 1868, o científicos de la talla de Barbey, Ceballos, Vicioso, Martín Bolaños, Roger Ducamp o Gross, se ocuparon a lo largo de los últimos años del siglo XIX y primeros del XX de publicar y proponer medidas de protección para los pinsapares, los quejigales de montaña y los paisajes y recursos naturales de estas sierras.
La declaración del Parque Nacional ha tenido una larga historia adaptada a las condiciones políticas y socioeconómicas reinantes en cada momento, lo que hizo que se prolongara en el tiempo.
En el año 1914 aparecen las primeras voces que piden la catalogación del pinsapar de la Sierra de las Nieves como espacio protegido, seguidas de la propia referencia a estos pinsapares como futurible Parque Nacional que se hace en la exposición de motivos del texto del Real Decreto publicado el 24 de febrero de 1917, como desarrollo de la pionera promulgación de la primera Ley de Parques Nacionales del mundo en 1916. Pero podríamos decir que la primera petición oficial para la protección legal del pinsapar de la Sierra de las Nieves se produce en 1934 a través del Ayuntamiento de Ronda, como lo acreditan varios documentos de su archivo histórico, donde muestran manifiesto interés en aquel entonces por proteger el pinsapar de la Sierra de las Nieves bajo la figura de Sitio Natural de Interés Nacional.
Tras estas primeras iniciativas, tuvo lugar la guerra civil española, con lo que la propuesta quedó en el olvido ante las muchas necesidades imperiosas que había en la España de la posguerra y que retrasaban cualquier iniciativa semejante a tiempos mejores. Una vez implantada la democracia y constituidas las comunidades autónomas, en el año 1989 se produjo la declaración por parte de la Junta de Andalucía del Parque Natural Sierra de las Nieves (Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección). Con esta medida, se inició la protección efectiva de los valores naturales del espacio, al tiempo que también se pusieron en valor mediante su difusión.
La declaración del Parque Natural sirvió además para que, en poco tiempo, tanto por el efecto de participación y conocimiento en el seno de su Junta Rectora como por algunos agentes sociales del territorio, se lograra trasladar y difundir al conjunto de la ciudadanía local lo extraordinario de sus valores ambientales, así como la necesidad de compatibilizar la conservación de los mismos con un acorde y sostenible desarrollo social, económico y de mejora de la calidad de vida de su pobladores humanos. Fruto de esa creciente conciencia local, nacen iniciativas como la declaración como Reserva de la Biosfera de la UNESCO, en 1995, o la renovación de la antigua aspiración de declaración de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional.
En esa evolución, en el año 2011 se produjo otro acontecimiento de importancia: en sesión plenaria de fecha 29/12/2011, la Junta Rectora del parque natural, después de muchos años de debate y consideraciones previas, tomó el acuerdo de solicitar a la entonces Consejería de Medio Ambiente la realización de estudios previos sobre la viabilidad real de declarar un parque nacional en el territorio vinculado a Sierra de las Nieves. La Consejería competente en el año 2012 había elaborado un informe-propuesta sobre los valores existentes y las posibilidades de declaración bajo tal figura, concluyendo que la mayor parte del territorio que se proponía cumplía los requisitos necesarios para su declaración bajo la figura de Parque Nacional. Fruto de esta demanda la citada Consejería de la Junta de Andalucía inició los estudios pertinentes que confirmaron la viabilidad del proyecto y sentaron las bases de su actual delimitación geográfica.
Contando con la unanimidad de todos los Ayuntamientos representados y con un resultado de votación de amplia mayoría, la Junta Rectora acordó en 2014 instar a la Junta de Andalucía a que iniciara el procedimiento necesario para la declaración del Parque Nacional.
Este proceso culmina en 2021 con la declaración del Parque Nacional mediante la aprobación de la Ley 9/2021, de 1 de julio, de declaración del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves.
Sin duda, otro hito muy relevante fue la declaración de la Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves por parte de la UNESCO el 15 de junio de 1995. Esta Reserva de la Biosfera, que se extiende por una superficie de 93.930 hectáreas, acogía el Parque Natural Sierra de las Nieves, con entonces una superficie aproximada de 20.131 hectáreas. La designación de la Reserva de la Biosfera fue promovida por las autoridades locales y los agentes económicos de la zona, abanderados por la Mancomunidad de Municipios Sierra de las Nieves.
Esta declaración sentó las bases del compromiso adquirido por las autoridades y la población de la zona en la consecución de un modelo de vida en el que se promueva un desarrollo social y económico compatible con la protección y conservación de un importante patrimonio natural, cultural y etnográfico. Asimismo, a partir del año 2006, este territorio fue a su vez integrado en la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, que une territorios de Andalucía y Marruecos.