El primer nacimiento de la temporada reproductora ex-situ del lince ibérico (Lynx pardinus) ya ha tenido lugar: el pasado miércoles 26 de febrero a las 19:44 horas, en el centro de cría de Zarza de Granadilla (Cáceres) que gestiona el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), la hembra Hubara dio a luz un único cachorro en su cajón paridera tras un periodo de gestación de 65 días desde su primera cópula con el macho Hocico.
El parto se desarrolló con total normalidad, y la madre muestra un comportamiento ejemplar, atendiendo con dedicación a su cría. Hubara no se separa del cachorro y le proporciona todos los cuidados necesarios, desde el acicalamiento y la lactancia hasta mantenerle abrigado para asegurar su correcta temperatura corporal. El equipo veterinario y técnico del centro está supervisando la evolución de ambos.
Los centros de cría en cautividad del lince ibérico desempeñan un papel fundamental en el Programa de Conservación Ex-situ de la especie, que ha sido clave en la recuperación de esta emblemática especie amenazada. En la presente temporada reproductora, 14 de las 31 parejas del programa se encuentran en los dos centros gestionados por el OAPN: el Acebuche (Huelva) y Zarza de Granadilla (Cáceres). Estas instalaciones cuentan con las condiciones adecuadas para la reproducción en cautividad, con espacios que replican su hábitat natural y protocolos de mínima intervención para evitar la humanización de los cachorros.
PROGRAMA DE CONSERVACIÓN EX-SITU
El Programa de Conservación Ex-situ del Lince Ibérico sigue cosechando importantes éxitos en la recuperación de esta especie, gracias a la labor conjunta de administraciones, científicos y técnicos especializados. Gracias a estos esfuerzos, el lince ibérico ha pasado de estar considerado como "amenazado" a "vulnerable", según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), aunque todavía requiere medidas activas de conservación.
Desde que se puso en marcha el programa, los cachorros nacidos en cautividad han sido fundamentales para reforzar las poblaciones silvestres. Muchos de ellos han sido liberados en áreas estratégicas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Portugal, contribuyendo al crecimiento poblacional y al aumento de la diversidad genética de la especie.
El nacimiento de este primer cachorro marca el inicio de una temporada reproductora que se espera prometedora. A lo largo de los próximos meses se esperan nuevos partos en los centros de cría, lo que reafirma la eficacia del programa y la esperanza de consolidar la recuperación del lince ibérico.