El estado químico se define como una expresión general de la calidad de las aguas subterráneas que refleja el grado de cumplimiento de los objetivos medioambientales y del uso de las aguas subterráneas.
La evaluación de estado de las aguas subterráneas, desde el punto de vista de su estado químico, es un proceso complejo que requiere un conjunto de tareas, entrelazadas ente sí que culminan en el diagnóstico sobre el estado cualitativo de la MSBT.
El estado de una MSBT es el resultado de la evaluación del estado químico y del cuantitativo. Para evaluar el estado de dichas masas se necesita disponer de información procedente de las redes de seguimiento, que, junto con los programas de medición de piezometría, foronómico, analíticos y las frecuencias de muestreo, entre otros factores, constituyen los denominados Programas de Seguimiento (PDS) de las aguas subterráneas.
Así, una MSBT alcanza el buen estado químico cuando la composición química de la MSBT es tal que las concentraciones de contaminantes:
En todas las MSBT deben analizarse una serie de parámetros esenciales. Además, en cada punto se miden los indicadores y contaminantes de riesgo, en caso de que dicha MSBT haya sido declarada como tal.
En relación al estado químico de las MSBT, actualmente los PDS de cada demarcación hidrográfica comprenden: el Programa Químico de Vigilancia y el Programa Químico Operativo. Además, se incorpora un Control Adicional en Zonas Protegidas para las MSBT incluidas en el Registro de zonas protegidas. Asimismo, cada Programa tiene varios Subprogramas, de tal modo que todos los puntos de muestreo deben estar vinculados a uno o varios de los programas o subprogramas.
A continuación se muestra la distribución de los puntos de la red de seguimiento del estado químico de las aguas subterráneas, que incluye todos los puntos pertenecientes a los tres programas.
Respecto a las frecuencias de muestreo, deberán ser específicas para cada MSBT, según el modelo conceptual de la misma.