En este apartado nos referimos al sector industrial en España que no está sometido al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión establecido por la Ley 1/2005, de 9 de marzo.
Realizar una transición a una economía baja en carbono pasa por fortalecer la base industrial de un país, modificando su política para garantizar que ésta sea robusta, diversificada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva para afrontar los desafíos del mercado global. Las empresas son un instrumento clave del empleo y del crecimiento.
La Unión Europea tiene como objetivo crear un entorno que apoye la iniciativa, el espíritu empresarial y la cooperación con el fin de maximizar su potencial. Por otro lado, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha establecido como objetivo fundamental de la política industrial, que la industria siga contribuyendo de manera significativa a la generación del producto interior bruto. Para estimular el desarrollo industrial se ha aprobado un marco normativo para la financiación de proyectos de inversión para la mejora de la competitividad industrial o que contribuyan a la reindustrialización.
Este estímulo adoptará la forma de apoyo financiero a la inversión industrial a través de la concesión de préstamos a largo plazo, que se prestará a través de dos líneas de actuación diferenciadas:
- Programa de reindustrialización: financiará las actuaciones que supongan inversión en nuevos centros de producción, ya sea por traslado o por creación de un nuevo establecimiento. Asimismo, prestará apoyo financiero a la implantación de nuevas líneas de producción.
- Programa de fomento de la competitividad industrial: apoyará la ejecución de cualquier tipo de mejora o modificación de líneas de producción ya existentes