El actual marco estratégico para el reto demográfico nace a través de un mandato de la Conferencia de Presidentes en 2017, el cual impulsó la elaboración de una estrategia nacional a partir del Comisionado para el Reto Demográfico, cuyas directrices generales se aprobaron en 2019 por el Consejo de Ministros.
En el año 2020 se produce un punto de inflexión en la política con la creación de la Secretaría General para el Reto Demográfico, así como la creación de instrumentos de gobernanza como la Comisión Delegada para el Reto Demográfico, la Conferencia Sectorial para el Reto Demográfico y el Foro para la Cohesión Territorial.
Asimismo, destaca también el lanzamiento del Plan 130 medidas contra el Reto Demográfico, con el objetivo de vehicular fondos PRTR al desarrollo de zonas clave en materia de reto demográfico.
Las medidas adoptadas por el marco estratégico de reto demográfico y cohesión territorial desarrollado los últimos años, tales como las notables mejoras en la cobertura de banda ancha en el territorio o las inversiones dirigidas a pequeños municipios en el marco del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, han tenido un impacto significativo en el territorio.
Sin embargo, el contexto económico, social, tecnológico ha cambiado con respecto al existente hace más de un lustro. En este sentido, existen determinados cambios en el contexto que empujan a rediseñar el marco de las políticas públicas de reto demográfico
- Oportunidades por la banda ancha y teletrabajo. Nuevas formas de empleabilidad, creación de actividad económica…
- Oportunidades para industrialización utilizando renovables, nuevas tecnologías (ej. impresión aditiva), etc.
- Oportunidades para mejorar la prestación de servicios mediante innovación
- Mayor importancia al concepto de “calidad de vida” ligada a salud, usos del tiempo, calidad del aire…
- Contexto de numerosas y nuevos procesos de transformación: digital, ecológica, energética, demográfica.
Todo ello dibuja un auténtico cambio de paradigma y conduce a una oportunidad favorable a la construcción de un nuevo relato rural, en el que los territorios dejen de ser percibidos como lugares en declive para comenzar a poner en valor las oportunidades y fortalezas del medio rural.
Para ello se ha ideado el desarrollo de un nuevo marco estratégico a través de tres instrumentos, que permitan aportar mayor madurez y aterrizaje a la política de reto demográfico a través de un enfoque estructural que vaya más allá de la coyuntura marcada por los fondos europeos en los últimos años. Estos instrumentos, que se desarrollarán a partir del año 2025, son los siguientes: